Jorge Contreras

Se trata de Gabriela Flores, quien se quedó sin trabajo cuando inició la pandemia, pero la necesidad de sobrevivir la llevó a vender tortillas, otros alimentos y artesanías de México en Toronto, Canadá. Dicho proyecto ha permitido a la hispana, no solo salir adelante, sino también, convertirse en un soporte y fuente de empleo para otras personas. “Nadie estaba preparado para lo que se venía, pero así comencé a vender en redes sociales y después en internet”, comentó Flores. Más noticias aquí.

Víctor Manuel Soto llegó a Canadá a principio de la década de los 90 con la ilusión de tener su propia taquería, ya que no existían muchas en ese país. En el año 2015 abrió su primer local en el que todo iba bien hasta que llegó la pandemia. Sin embargo, su modelo de negocio y sus ganas de progresar le permitieron comenzar desde cero. Ahora es reconocido luego de participar en programas de televisión canadiense en los que comparte los secretos del sabor mexicano. Más noticias aquí.

Patricia Santiago recibió esta noticia luego de que las autoridades de ese país validaran el trabajo de desinfección que realiza a diario en los centros de salud que están atendiendo pacientes con coronavirus. Gracias a este reconocimiento, tanto ella como sus seres queridos podrán permanecer allí como refugiados, ya que entrarán en la consideración del programa “ángel guardián”. Más información aquí.

Los campesinos estaban varados en su país natal luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador prohibiera su salida del país al conocerse la muerte de tres ciudadanos mexicanos en granjas canadienses debido al coronavirus. Más información aquí.

Justin Trudeau señaló que darles ciudadanía de Canadá permitiría mejorar las condiciones de vida de estos trabajadores y otorgarles más derechos laborales en ese país. Se considera un servicio esencial el que están prestando estos empleados del campo durante la emergencia del coronavirus, lo que aumentaría las posibilidades de convertirse en ciudadanos. Más información aquí.

El menor, de 7 años de edad, podría ser separado de su padre y enviado a Guatemala con su madre ya que todos tienen orden de deportación. María y Juan, de origen guatemalteco y colombiano, se conocieron en EEUU y hace 12 años pidieron refugio en Canadá, pero les fue negado en 2011 y desde entonces viven de manera clandestina en ese país. Aunque el menor sea canadiense, si lo padres reciben la orden de sacarlo del país tienen que acatarla.