La comentarista Ninoska Pérez Castellón asegura que las presiones y Melania Trump fueron las razones por las que el presidente firmó la orden ejecutiva. Por su parte, la periodista Lana Montalbán dice que la crisis en la frontera ha sido generada por el mandatario, quien no asume la responsabilidad de sus actos. Además, discuten sobre el futuro de los menores que han sido alejados de sus padres en la frontera.

En los últimos 15 años, los jueces de inmigración y la Corte de Apelaciones de Inmigración han decidido que las víctimas de violencia doméstica o de pandillas pueden ser elegibles para asilo en EEUU. El fiscal general Jeff Sessions revirtió esa decisión.

Univision Noticias ha conocido al menos siete casos en Honduras de padres separados de sus hijos tras ser detenidos por las autoridades migratorias y que fueron deportados sin ellos. El gobierno hondureño calificó esta política como "inhumana".

La polémica por el mensaje ("Realmente no me importa, ¿a ti sí?") en la chaqueta de la primera dama cuando viajaba a visitar un centro de detención de menores inmigrantes ha tenido una respuesta. Varios fabricantes han decidido vender prendas inspiradas en esta prenda de vestir, pero con un mensaje totalmente opuesto. El gerente de una de estas tiendas asegura que han recaudado más de 150,000 dólares, los cuales serán donados a una organización proinmigrante.

Estos lugares son administrados por agencias privadas sin fines de lucro, pero que reciben fondos federales. Reportes indican que tres de las agencias que administran estos centros han recibido subvenciones federales entre 2.7 a 22 millones de dólares por tres años. Alrededor de 100 menores inmigrantes que fueron separados de sus padres en la frontera están en Los Ángeles, la mayoría de ellos menores de 9 años de edad.

Los demócratas aseguran que el objetivo del presidente es demonizar a los inmigrantes para distraer del tema de la separación familiar. También aseguran que con las afirmaciones pretende restringir aún más la inmigración indocumentada y legal. El último estudio indica que los indocumentados cometen un 25% menos de delitos y los inmigrantes legales un 87% menos.