Según la policía, el artefacto que explotó este domingo, causándole serias heridas a dos jóvenes, era mucho más sofisticado que los anteriores. Autoridades están ofreciendo 115,000 dólares de recompensa para quien proporcione información útil para resolver esta serie de casos.

El oficial Art Acevedo señaló en rueda de prensa que a la capital de Texas viajarán técnicos y oficiales caninos para colaborar en lo que más puedan. Además, se pondrá a disposición un camión antibombas que está equipado con lo necesario para este tipo de emergencias.

La primera explosión ocurrió el 2 de marzo cuando Anthony Stephan House recibió un paquete sospechoso frente a su casa.

Residentes de la zona se han visto afectados debido a la explosión registrada el 18 de mayo por la noche.

Contrario a las explosiones previas, la bomba no fue dejada frente a una vivienda ni en una caja de correspondencia, sino que fue desencadenada por un cable trampa.

Ed González, jefe del Departamento del Alguacil, asegura que por ahora no hay una amenaza, pero recomienda a la comunidad mantenerse precavida ante cualquier paquete sospechoso.