Se cree que Jesús fue flagelado hasta 120 veces con dos látigos, uno que tenía bolas de hierro y otro que tenía huesos de pollo. Después caminó cargando la cruz de madera hasta el monte donde iba a morir.

La Semana Santa celebra la muerte y resurrección de Jesucristo pero esto es lo que pasó realmente aquella semana.

Todos los días estas familias abren la puerta del Santo Sepulcro a la misma hora. La llave tiene más de ocho siglos de antigüedad y pasa de padres a hijos.

Existen dos lugares donde se cree que Jesús podría haber celebrado la última cena con sus apóstoles antes de su muerte. La iglesia ortodoxa siria, considerada madre de todas las iglesias, asegura que su corriente es la que menos derechos tiene.

No todos los cristianos creen que el Santo Sepulcro sea el lugar exacto donde tuvo lugar la crucifixión de Jesús. Por las interpretaciones de la Biblia, algunos creen que podría haberse producido en otro lugar.

La palabra de Jesús se extendió y eran decenas de personas las que lo seguían, lo que empezó a preocupar a algunos. Aseguran que, aunque no fue un político como los de ahora, de cierta manera hizo política.