La capacidad de respuesta de la Organización Mundial de la Salud se pone a prueba: lo que comenzó como una epidemia contenida en un área rural ha llegado a Mbandaka, una poblada ciudad que está muy cerca de una importante ruta de intercambio comercial. Se teme una escalada en el número de casos.

Hace dos años, el letal y contagioso virus para el cual todavía no hay vacuna o tratamiento efectivo, llegó a países occidentales como España o Estados Unidos. Miles de personas murieron en esa ocasión, pero todo apunta a que la Organización Mundial de la Salud aprendió la lección y está mejor preparada para encararlo esta vez.

La presencia del virus fue confirmada en una de las tres personas que han muerto de fiebre hemorrágica desde finales de abril, informó la OMS. Pero con el desarrollo de una nueva vacuna para atacarlo, el mundo podría estar mejor preparado.

La vacuna experimental probada en humanos podría estar disponible en 2018, según lo afirmó la Organización de la Salud. Se trata de un logro de la ciencia desarrollado tras las crisis provocada por la enfermedad en África Occidental en 2013, que dejó 11,300 muertos.

La paciente dio positivo en dos tests y se encuentra en cuarentena en un centro de tratamiento especial de Freetown

El virus, que afectó a 10 países, incluido Estados Unidos, causó la muerte de 11,315 personas en dos años.