Son muchísimas las mujeres alrededor del mundo que crecieron jugando con una muñeca Barbie, ya que con su hermosa cabellera rubia, su cuerpo extremadamente esbelto, con su novio llamado Ken y su casa de ensueño, representa todo lo que la sociedad considera que debe ser una «mujer perfecta».

Al contrario que en muchos lugares del mundo, donde tatuarse es un acto de rebeldía para los jóvenes y adolescentes, en la India en los últimos tiempos muchas mujeres han decidido no hacerse tatuajes, ya que lo consideran una forma más de dominación.

El acoso y el abuso sexual corresponden a una forma más de violencia de género, está presente en todas las sociedades del mundo y afecta la mayoría de las mujeres sin importar su grupo étnico, religión ni clase social.

Ante la violencia contra las mujeres muchos dicen: "yo nunca he golpeado a mi pareja", "nunca he acosado a alguien", "nunca le he faltado el respeto a ninguna mujer", pero, ¿qué pasa cuando presencian violencia de género en las calles, en la escuela o en el trabajo? Muchas veces la indiferencia se hace presente y esta también es violencia.

Antes de convertirse en la prometida del príncipe Harry de Inglaterra y mucho antes de ser la actriz de Suits o la embajadora de ONU Mujeres, Meghan Markle era una niña con un gran poder de reflexión que se mostraba a favor de la igualdad y, más concretamente, en contra de los comerciales sexistas.

Uma Thurman rompió anoche el silencio contra Harvey Weinstein con una publicación en Instagram. La actriz denunció al productor, y todo parece indicar (especialmente el uso del hashtag #metoo) que también sufrió acoso sexual por parte de Weinstein, con lo que se suma a una serie de denuncias que parece no tener fin.