Identificarse con los demás y compartir sus sentimientos es algo que se aprende...
Que nuestros hijos NO sean indiferentes a las injusticias humanas depende de esto...

Un grupo de preadolescentes filmó un video del momento en que azotaban a palos a una perra y lo subió a internet. La perra murió y el video se hizo viral. Un país entero repudió semejante acto de crueldad y viralizó el video preguntándose dónde estaban los sentimientos de esos casi niños -algunos les desearon la muerte-.
Ocurrió hace algunos años en Uruguay, pero casos en los que niños y adolescentes cometen actos de menor o mayor crueldad suceden día a día en todo el mundo. ¿Acaso las nuevas generaciones no tienen sentimientos ni les importa el dolor ajeno? O ¿será que los padres no están enseñando a sus hijos a tener EMPATÍA?
La empatía y los niños

Los niños son los mejores imitadores del comportamiento de los demás, sobre todo de sus padres. Los niños imitan tanto las buenas conductas como las malas.
Cuando los niños están rodeados de personas que les respetan y les aman también tienen un comportamiento de este tipo; en cambio, si están rodeados de personas que gritan, pegan o están ansiosas o constantemente nerviosas también actuarán de ese modo y lo que es peor, sentirán de ese modo. Tener o no tener empatía es algo que repercute directamente en la crianza de los hijos.
Una persona empática es capaz de sentirse identificada con lo que otra persona siente, porque es capaz de comunicarse de forma asertiva, con una escucha activa y una compresión de sentimientos al 100%.
El ser humano es empático de forma innata, pero esa cualidad se pierde si no se fomenta. Por ejemplo, cuando mi hijo veía a un niño llorar me decía “mamá, el nene llora” y se acercaba a él y le daba un beso. Sin decirle nada, sin saber por qué llora, mi hijo sabía que el otro niño se estaba sintiendo mal y que necesitaba ser consolado. Pues esa capacidad de empatía es la que los adultos debemos fomentar en los niños como si fuese un tesoro, y debemos empezar por nosotros mismos.
Cómo desarrollar la empatía

Parece difícil, pero no lo es en absoluto. Los niños al ser empáticos por naturaleza se ven afectados por los sentimientos de otras personas y por eso responden (como en el ejemplo que te he dado de mi hijo). Es necesario que los padres los apoyemos durante su más tierna infancia para el desarrollo de sus sentimientos en la dirección adecuada.
Para fomentar la empatía debemos hablar sobre emociones con nuestros hijos, recompensar los actos donde muestran empatía, escucharlos cada día, respetar sus emociones y su forma de ser, hacerles entender cómo se sienten los demás y ayudarles a que pongan palabras a sus emociones.
Si somos un ejemplo para nuestros hijos veremos todo lo positivo que podremos añadir a sus vidas.









