La comunidad hispana de Cloverleaf, en Houston, viven con aire sucio y cuentan lo que les ha costado en su salud vivir rodeados de aire altamente tóxico.

Zonas de alta concentración industrial en Texas no tienen monitoreo de los contaminantes más tóxicos como: monóxido de carbono, plomo, dióxido de nitrógeno, ozono, material particulado y dióxido de azufre.

Los datos públicos de una red de monitores estatales del aire alrededor del Canal de Navegación de Houston son difíciles de interpretar y a menudo son insuficientes, dejando a vecindarios de mayoría latina, como Cloverleaf, sin saber si el aire que respiran es seguro.

El documental 'Patrullaje' cuenta la historia de las comunidades indígenas de Nicaragua que luchan para proteger la reserva biológica Indio Maíz, destruida por ganaderos ilegales. De acuerdo con Camilo de Castro, director del filme, "muchas veces los intermediarios que están comprando el ganado están vinculados a grupos económicos cercanos al régimen" de Daniel Ortega. Te puede interesar: Por qué los científicos creen que la Tierra está fuera de su “espacio operativo seguro” y qué significa para la humanidad .

Desde el 24 de abril, Modesto pidió a la comunidad de Grayson no beber agua de la llave debido a los altos niveles de nitrato que tiene, pues de ser consumido en exceso podría causar problemas en la presión arterial. Aunque este componente no accede fácilmente a la piel, la población se puede bañar sin ningún problema.

Cloverleaf, una comunidad latina a 15 millas de Houston, padece las consecuencias de vivir cerca de 200 instalaciones petroquímicas: sus residentes sufren afecciones cutáneas, asma y alergias. La red estatal de monitoreo del aire que debería informarlos no mide todos los contaminantes, es difícil de entender y tampoco está en español. Los vecinos no saben si el aire que respiran es seguro.