Ciertos lugares del mundo se convierten en verdaderos centros neurálgicos de sus respectivas ciudades o países debido a la presencia de zonas comerciales, tráfico o una determinada celebración religiosa, provocando en más de un turista la necesidad de recurrir a ese parque tranquilo en el que tomar aliento y replantearse el resto de sus vacaciones.

La Ciudad del Amor, la Ciudad Eterna, la Ciudad Rosa. Muchas de las grandes urbes del mundo merecen un seudónimo que refleja parte de su esencia e impacto, tanto en la cultura como en la misma historia.

Vivir en una ciudad pequeña posee muchas ventajas: conoces a casi todo el mundo (algo que también puede convertirse en desventaja para algunos), suelen ser más seguras, marchar a cualquier sitio a pie es posible, la vida es más tranquila y las opciones de ocio pueden ser igual de competentes que las de una ciudad más grande.

Nuestra fabulosa ciudad del sol es dueña de maravillosas playas y los mejores atardeceres que puedes vivir. En cada esquina vivimos momentos increíbles que merecen ser fotografiados. Aunque vivo aquí, estoy pendiente de algunas cuentas de Instagram que me recuerdan a cada momento que vivo en un paraíso. Si, porque Miami es como un eden tropical.

El mundo actual es producto de las muchas influencias arquitectónicas, sociales e históricas que han cimentado ciertos lugares, especialmente algunas de las ciudades más famosas del mundo.

No importa las desilusiones en la vida, muy en en fondo todas tenemos una eterna romántica que sueña con una emocionante historia de amor. Muchas veces en esos sueños la historia se desarrolla en alguna ciudad o país lejano en el mundo.