Cientos de familias llegaron a la frontera de Tijuana hace más de seis meses con la esperanza de poder ingresar a EEUU a buscar un mejor futuro, pero los obstáculos impuestos por el gobierno de Trump no les han permitido lograr el objetivo. Aunque algunos han decidido volver a sus países, principalmente en Centroamérica, otros siguen esperando la oportunidad de obtener el asilo.

Tras el rechazo en territorio estadounidense algunos inmigrantes aseguran que seguirán intentando obtener su turno para solicitar el asilo, pero otros consideran la posibilidad de volver a sus países de origen a pesar de los riesgos a los que se exponen. Representantes de los refugios en México señalan que no están preparados para recibir a más personas.

El gobierno de EEUU determinó que los inmigrantes que realizan el trámite en Nogales, Arizona, deben esperar en México la audiencia que se les realizará en El Paso, Texas, adonde deben llegar por territorio mexicano exponiéndose a los riesgos que representa transitar por esa zona. Si no se presentan a las citas serían deportados a sus países de origen.

El gobierno de Trump baraja una nueva lista de faltas para negar asilo, que incluye delitos como manejar borracho o ser acusado de violencia doméstica, aunque el acusado no haya sido condenado o el cargo haya sido desestimado por la corte.

El gobierno de Donald Trump amplió un polémico programa que regresa a los solicitantes de asilo y obligará a estos a desplazarse más de 500 kilómetros para asistir a sus audiencias ante un juez de inmigración.

Hasta el jueves los solicitantes de asilo simplemente permanecían en Nogales esperando su cita en una corte de inmigración, pero a partir de ahora tendrán que esperar en México su audiencia y una vez la tengan viajar 350 millas hasta El Paso,Texas.