Explicamos por qué son irresponsables los famosos que no vacunan a sus hijos

Quizá no te suene su nombre, pero la reina del maquillaje Kat von D, de 36 años, tiene largos tentáculos que se traducen en cerca de 7 millones de seguidores en Instagram. Un post que escribió la semana pasada en el que anunciaba que junto con su esposo –Rafael Reyes, de la banda Prayers– planea criar a su hijo vegano y sin vacunas causó una fuerte controversia, y algunos seguidores amenazaron con dejar de comprar sus productos.
Kat Von D se defendió señalando en otro post que "nuestros informes médicos son cosa nuestra, y las razones por las que creemos que es importante explorar todas las opciones cuando se trata de vacunar a nuestro hijo tampoco son asunto de nadie más".
¿Seguro? No vacunar a tu hijo –y, en este caso, vocearlo a los cuatro vientos– tiene graves implicaciones. No solo para tu familia, sino para toda la comunidad. Científicos consultados por Univision Noticias explican por qué el comportamiento de Kat Von D, al igual que el de otros famosos antes de ella, es irresponsable y poco solidario.
La decisión de vacunar a tu hijo no solo te pertenece a ti
"El éxito de la vacunación depende de los efectos en toda la población. No trabajamos para proteger al individuo. Vacunas a un número suficiente de personas y obtienes lo que se llama 'inmunidad de la manada' (o inmunidad comunitaria), lo que significa que la persona que no puede vacunarse por alguna condición médica queda protegida porque todo el mundo a su alrededor está ya vacunado, así que no se expone a ese virus en particular", explica Mark Shrime, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard.
" Kat Von D se está aprovechando del sistema", opina Shrime. "Si asumimos que su bebé está sano, entonces no vacunarlo significa que el niño se mantiene a salvo de enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas porque todos los demás han vacunado a sus hijos. Si nos ponemos en lo peor, Kat Von D pone a otros en riesgo ya que debilita la inmunidad de la comunidad".
La artista anunció en el post de Instagram que pensaba criar a su hijo vegano (esto es, que no consumirá alimentos de origen animal) y sin vacunas. Que el niño sea vegano o no (o que le tiña el pelo de color verde, si le place) solo le compete a ella y a su familia. Pero que sea antivacunas, como hemos visto, no: incide en todos los demás, como prueba este estudio reciente que identifica un número de "puntos calientes" en Estados Unidos que los expertos creen que son más vulnerables a la irrupción de enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas.
Cuando vacunas a tu hijo, cumples una responsabilidad con la comunidad
"Hoy tenemos el privilegio de poder debatir la utilidad de las vacunas porque las muertes para la mayoría de las enfermedades prevenibles ya no son frecuentes en este país", sostiene Kathleen Winter, epidemióloga del departamento de Salud Pública de la Universidad de Kentucky. "Este privilegio existe porque la gran mayoría de los individuos se han vacunado, y esto protege a los demás", subraya.
Este escudo protector es crítico para individuos con sistemas inmunológicos debilitados, como recién nacidos, ancianos, personas que están sometidas a quimioterapia o mujeres embarazadas: los sectores más débiles de la sociedad. Los individuos saludables que eligen no vacunarse debilitan la fortaleza e integridad de este escudo.
"Es nuestra responsabilidad social como personas privilegiadas hacer lo que podamos para proteger la salud de aquellos menos afortunados vacunándonos", señala Katie Davis, investigadora de la Johns Hopkins y psicóloga experta en autismo. Para Davis, es incomprensible que las personas que claman por la justicia social rehúsen vacunarse.
El principal estudio antivacunas está desacreditado
Kat Von D no explicó en sus posts por qué cuestiona las vacunas, pero muchas personas que toman una decisión similar se escudan en un ya célebre estudio de 1998 que relacionó la vacuna triple vírica (en inglés MMR), que previene contra el sarampión, las paperas y la rubéola, con el autismo. El estudio se coló en la revista The Lancet, una de las publicaciones científicas más prestigiosas del mundo, que tuvo que retirarlo cuando se comprobó que la investigación carecía de todo rigor.
"Las falsedades han quedado comprobadas estudio tras estudio tras estudio", señala Shrime. Aunque todo salió a la luz, el daño ya estaba hecho, y todavía hoy el movimiento antivacunas considera al autor de aquella investigación, Andrew Wakefield, como un auténtico gurú.
Jim Carey, Robert de Niro y Donald Trump también son irresponsables
Kat Von D no es la primera en intervenir en este debate. Antes de ella lo hicieron los actores Jim Carey, Selma Blair o Robert De Niro. De Niro, que es padre de un niño autista, recomendó un documental antivacunas llamado Vaxxed en 2016 dirigido por Wakefield, el autor del estudio fraudulento.
La desinformación llega hasta el presidente Donald Trump, que en 2014 lanzó un tuit en el que anunciaba que si llegaba a ser presidente lucharía porque los niños recibieran vacunas adecuadas y mencionaba la palabra autismo. Desde que accedió al cargo ha seguido alimentando este movimiento, y se ha referido a la creación de una comisión sobre la obligatoriedad de la inmunización.
Pero una cosa es tener millones de fans o seguidores de redes sociales y otra muy distinta tener el mínimo conocimiento científico o ganas de informarse y acceder a las numerosas evidencias científicas disponibles. Aunque pueden tener un impacto positivo en la sociedad, los famosos también pueden crear enormes barreras entre los científicos y el público en general.
Como señala Dyan Hes, directora médica de Gramercy Pediatrics, en Nueva York, "solo porque sean famosos no quiere decir que sean inteligentes. Pero mucha gente valora su opinión con respecto a estos temas, incluso más que la de las personas que dedican su vida entera al estudio de estos temas". Esto, como hemos visto, se multiplica con las redes sociales.
De manera similar se pronuncia Amesh A. Adalja, investigador del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud. "Es esencial recordar que los famosos no son expertos en enfermedades o medicina y sus discursos sobre estos temas han de verse en este contexto", apunta. "Es inexcusable para nadie en pleno 2018 cuestionar los beneficios de la vacunación, que han añadido literalmente décadas a la esperanza de vida de la gente y salvado millones de vidas", subraya.
Por qué es crucial informarse bien
Kat Von D ha recibido un aluvión de críticas por sus comentarios, e incluso, según señaló, amenazas de muerte. Algunos han llegado a decir que sus sombras de ojos deberían renombrarse con los nombres de enfermedades infecciosas.
Las críticas también han llegado desde el mundo de la belleza. La youtuber Leesha Ritchie, de Arizona, con más de medio millón de suscriptores que siguen sus trucos de maquillaje, fue una de las primeras en subir un video en respuesta. "Me parece que lo que está haciendo es irresponsable, con esa enorme plataforma [de seguidores], me molesta", señaló Ritchie, conocida como Xsparkage.
Winter, la epidemióloga, recuerda que las vacunas están entre las intervenciones de salud pública más exitosas y, a pesar de ello, controvertidas. Winter señala que hay mucho miedo en los dos bandos y muchas veces, una mala comprensión de la ciencia y la inmunología. "Desafortunadamente, estos debates pueden extender miedo y desinformación, y conducirnos a una mentalidad 'nosotros frente a ellos' y falta de confianza en los profesionales de la salud".