Las elecciones presidenciales en EEUU fueron hace ya más de un año, pero los contrincantes parecen tener problemas para superar lo ocurrido, tanto el ganador, el hoy presidente Donald Trump, como la perdedora, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Hillary Clinton dice que era difícil vender la idea de “cambio” después de Barack Obama
La ex candidata presidencial demócrata no se olvida de las elecciones y sigue analizando las causas de la derrota que sufrió a manos del hoy presidente Donald Trump.


Este miércoles en una entrevista radial, Clinton reconoció que uno de los problemas que tuvo su campaña fue promover la idea de cambio que quería proyectar, en buena medida porque tras ocho años de gobierno del presidente Barack Obama, quien llegó al poder precisamente con la promesa de “cambio en el que creer”.
En entrevista con el presentador conservador Hugh Hewitt, Clinton dijo que seguir vendiendo la idea de cambio fue un gran problema para su campaña.
“Es cierto que cuando compites para suceder a un presidente de tu propio partido que ha estado en dos términos, tienes históricamente un viento que te pega en la cara”
“Si eres al mismo tiempo el candidato que defiende muchas áreas de acuerdo (con el gobierno de Obama) y al mismo tiempo adelantas una agenda de cambio, que fue lo que traté de hacer yo, frecuentemente es difícil hacer que la segunda parte del mensaje llegue”, afirmó Clinton.
Sin embargo, la ex secretaria de Estado aseguró que no estaba de acuerdo con todo lo que se decidió durante el gobierno demócratas, en el que participó en el primer periodo.
“En el balance, realmente creo que él hizo lo que tenía que hacerse para rescatar la economía, la que todos recordamos, estaba en situación desesperada (…) Él estableció un curso en el mundo que favoreció la diplomacia y la negociación, algo que creo que es muy importante”.
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Tras el resultado electoral, que sorprendió a medios y analistas, Clinton ha achacado la derrota a una serie de factores. Desde la decisión del entonces director del FBI James Comey de anunciar la realización de una investigación contra la candidata a pocos días de la votación, hasta el machismo de los votantes o la intervención de operadores rusos para manipular redes sociales en su contra.
No es tan común en la historia de EEUU que el resultado de unas elecciones sea debatido por tanto tiempo después de pasados los comicios.
Y si bien podría entenderse que la parte perdedora quiera recordar el episodio para justificarse ante la historia, es menos frecuente que el candidato ganador regrese permanentemente a ese día.
Es lo que pasa con el presidente Trump, quien con mucha frecuencia recuerda a la población que él ganó los comicios, cómo los ganó y cómo lo hizo en contra de los pronósticos de los medios, a los que no perdona que se equivocaran al predecir una victoria de la demócrata.







