Carlos De Oliveira, el tercer implicado junto con el expresidente Donald Trump y su asistente Waltine Nauta en el caso criminal por el manejo irregular de documentos clasificados en violación a la Ley de Espionaje, se presentó este lunes en una corte de Miami.
El administrador de Mar-a-Lago sale bajo fianza a la espera de juicio por los documentos clasificados
De Oliveira está imputado por conspiración para obstruir la justicia, alterar, destruir, mutilar u ocultar grabaciones y otros objetos relacionados con el manejo de los documentos clasificados que Trump se llevó a su propiedad de Florida al terminar su mandato.

De Oliveira, de 56 años, ha sido identificado como 'administrador' de Mar-a-Lago, el club de Trump a donde fueron a parar cientos de documentos clasificados
En la audiencia, que duró unos 10 minutos, el juez Edwin G. Torres le informó a De Oliveira sobre sus derechos como acusado, pero no tuvo que presentar una declaración de inocencia o culpabilidad.
El acusado será procesado el 10 de agosto en Ft. Pierce, Florida. Fue liberado con una fianza de $ 100,000 en espera de juicio.
El abogado de De Oliveira, John Irving, dijo el lunes que su cliente aún no había encontrado un abogado en Florida —un requisito que retrasó la lectura de cargos de Nauta anteriormente— y advirtió que la lectura de cargos de De Oliveira también podría ser postergada.
El magistrado Torres leerá formalmente los delitos que enfrenta De Oliveira para un juicio previsto para mayo de 2024, presidido por la jueza Aileen Cannon, quien fue nominada durante el gobierno Trump.
El jueves pasado, el fiscal especial, Jack Smith, amplió la causa contra Trump al agregarle tres cargos más al expresidente, entre ellos obstrucción de justicia por tratar de ocultar las pruebas que lo inculpan, e imputar además a De Oliveira como el tercer acusado.
De qué se acusa a De Oliveira en el caso de los documentos clasificados
De Oliveira está imputado de conspiración para obstruir la justicia, alterar, destruir, mutilar u ocultar grabaciones y otros objetos, hacerlo de "de forma corrupta", y falsas declaraciones, de acuerdo con el documento judicial.
Según la acusación, De Oliveira habría intentado borrar imágenes de la cámara de seguridad en Mar-a-Lago, ubicada en el sur de Florida, después de que el Departamento de Justicia emitiera una citación el año pasado.
El nuevo imputado, del cual se conoce poco, no pertenece al círculo cercano de Trump, como lo es Nauta, su ayudante personal y quien es considerado un fiel aliado del expresidente desde que fue su conductor y guardaespaldas en la Casa Blanca.
Nauta fue acusado de conspiración, de hacer falsas declaraciones y de ocultar documentos a petición de Trump, quien indebidamente se los llevó consigo tras salir de la Casa Blanca. Nauta se ha declarado inocente.
De Oliveira, un "administrador" atrapado en los manejos de Trump
La acusación describe a De Oliveira como el "administrador de la propiedad" desde enero de 2022, en la que había empezador años atrás como "valet" y trabajador de mantenimiento.
El expresidente, según la demanda, "solicitó" a De Oliveira que eliminara una grabación para "evitar que las imágenes se proporcionaran a un organismo federal". Detalla que De Oliveira dijo al director de tecnología del club que "el jefe" quería que se borrara el servidor.
Según el reporte de CNN, los fiscales se cuestionan hasta qué punto algunos sucesos del verano pasado en los que estuvo implicado De Oliveira como trabajador del lugar pudieron tener que ver con el caso y estar orientados por Trump, como el vaciado de una piscina que provocó inundaciones justamente en una sala en donde se guardan los servidores informáticos que contenían registros de las cámaras de vigilancia. Sin embargo, este hecho no aparece en la ampliación de la acusación presentada esta semana.
Según el canal CNN, De Oliveira es portugués llegado hace décadas al país, vive cerca de Mar-a-Lago, en el condado Palm Beach, y fue descrito por allegados y conocidos como un buen trabajador, con poca interacción con los miembros del club o el equipo de Trump.

Medios locales informan que De Oliveira vive en un apartamento en una comunidad de casas adosadas de clase media en Palm Beach Gardens, Florida, a unos 20 minutos al norte de Mar-a-Lago.
Un familiar del portugués aseguró a la cadena que Carlos no era capaz de imaginar las consecuencias de lo que Trump le estaba pidiendo hacer y que, dados sus problemas de dinero, haría lo que le dijera su jefe.
“Él no está familiarizado con la forma en que funciona el gobierno aquí y probablemente solo estaba siendo leal a su jefe, que paga sus cuentas. La familia siente que quedó atrapado”, dijo la persona a CNN.
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