Llueven las críticas de la comunidad inmigrante en New Hampshire por el anuncio hecho por un obispo católico de Manchester. El líder de la diócesis, Peter Libasci, aseguró este fin de semana que no permitirá a sus iglesias refugiar a indocumentados.
Críticas al anuncio del obispo católico de Manchester de no permitir a sus iglesias refugiar a indocumentados
Hace unos días, el pastor franciscano José Gurdak en esa misma diócesis declaró su templo como "santuario de inmigrantes".

“No hemos designado nuestras iglesias como iglesias ‘santuario’ en el sentido de la palabra, ya que crea una falsa esperanza de que podemos protegerlos de las acciones policiales,” escribió Libasci en una nota enviada a la web Union Lider. “Santuario no es una designación reconocida por la ley y no proporciona esta protección legal”, recalcó.
La postura del religioso causó la inmediata reacción de la comunidad inmigrante. “Se me hace increíble que alguien que está a cargo de cuidar a nuestra gente no lo quiera hacer”, se quejó a Univision Noticias Melissa Padilla, de la organización CoFire en New Hampshire. “Le están haciendo a los inmigrantes que buscan refugio lo mismo que le hicieron a Jesús cuando fue perseguido”.
Padilla dijo además que en la diócesis de Manchester “no hay muchos católicos y no hay muchos lugares para buscar refugio. No puedo creer que alguien que tiene la oportunidad de ayudar a otros no lo quiera hacer”.
Padilla encabezó un movimiento que logró, en marzo del 2016, que la Biblioteca del Congreso, una de las más grandes del mundo, decidiera eliminar el término 'extranjero ilegal' (illegal alien) de su sistema de búsqueda y clasificaciones y lo sustituyó por 'indocumentado' (undocumented), una denominación menos despectiva que ya había sido adoptada por numerosos medios de comunicación, entre ellos Univision.
“Es triste la Iglesia Católica esté tomando esta posición, pero no es sorprendente”, cometó al Union Leader Eva Castillo, directora ejecutiva de la Alianza New Hampshire para inmigrantes y refugiados.
La nota de Libasci contrasta con el anuncio hecho el jueves de la semana pasada por una iglesia de esta misma diócesis, la de Santa Ana y San Agustín de Manchester, cuyo pastor, el padre José Gurdak, un franciscano de la orden del los Capuchinos, declaró el tempo como “santuario de inmigrantes”.
Gurdak señaló que los indocumentados padres de familia que temen ser deportados de Estados Unidos le han dejado cartas poder para proteger a sus hijos.
El párroco agregó que en los poderes notariales los indocumentados también detallan las finanzas de las familias. “Para muchos inmigrantes indocumentados con hijos nacidos en los Estados Unidos, esta es su única opción”, agregó Gurdak a Union Lider.
Notas Relacionadas
Frente al ejemplo de Gurdak, Libasci argumentó su postura señalando que su iglesia está comprometida en apoyar una reforma migratoria integral que saque de las sombras a los indocumentados, pero no a que los inmigrantes sin papeles se refugien en sus instalaciones.
“Existe cierta confusión acerca de designar a nuestras iglesias ‘santuarios’ (de inmigrantes)”, dijo el obispo. Y agregó que su diócesis seguirá comprometida a acoger y brindar ayuda inmediata a cualquier persona necesitada, pero rechazó la utilización del término 'santuario' para referirse, dijo, “a iglesias que permiten a las personas con miedo a la deportación vivir en los templos”.
Las declaraciones de Libasci son contrarias a la postura asumida a finales de febrero por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCBI), que cuestionó los memorandos del secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), John Kelly, para la ejecución de la política migratoria del presidente Donald Trump. La USCCBI aseguró que estas decisiones migratorias ponen en “peligro la vida y la seguridad de los más vulnerables entre nosotros”.
“Somos conscientes de la importancia de garantizar la seguridad pública y daríamos la bienvenida a medidas razonables y necesarias para hacerlo”, dijo Joe S. Vásquez, obispo de Austin, Texas, y presidente del Comité de Inmigración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
Notas Relacionadas
Las más golpeadas por esta nueva política “serán las familias innecesariamente separadas”, incidió el Obispo Vásquez. Y añade que las medidas de Trump “pondrán de cabeza a comunidades pacíficas, en peligro la vida y seguridad de los más vulnerables entre nosotros, y aumentará la desconfianza que actualmente existe entre las comunidades de inmigrantes y los departamentos de policía. Están sembrando el miedo”.
Los obispos estadounidenses dicen que los memorandos de Kelly, además, eliminan protecciones importantes para las poblaciones vulnerables, “incluidos los niños no acompañados y solicitantes de asilo”. Y señalan también que el gobierno de Trump ha expandido la militarización de la frontera con México.
“Todas estas medidas, en su conjunto, constituyen el establecimiento a gran escala de un sistema que ha puesto, prácticamente, a los 11 millones de indocumentados dentro de las prioridades de deportación”, apuntó Vásquez.
“Nuestra misión es clara: estamos llamados a escuchar el lamento del pobre y estamos llamados a abrir nuestras puertas al extraño que llama, y a buscar el rostro de Cristo que viene a nosotros en el inmigrante y el refugiado”, escribió en febrero monseñor José Gómez, arzobispo de Los Angeles, California, y vicepresidente de la Conferencia.

















