"Así es un día sin inmigrantes" le dicen a Trump restaurantes de todo el país que hoy cerraron sus puertas

El paro estatal, que busca demostrar el impacto en la economía del trabajo de los inmigrantes, ha sido seguido por restaurantes de todo el país. El 10% de los trabajadores de la industria restaurantera no ha nacido en Estados Unidos, y se estima que cerca de un 30% de los empleados son indocumentados, por eso hoy se sumaron al paro.

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En el 'día sin inmigrantes' muchos restaurantes no han podido (o no han querido) abrir sus puertas por falta de personal. Este paro convocado en todo el país busca probar con números que los indocumentados amenazados por la dura política migratoria del presidente Trump son una pieza fundamental en la economía de EEUU. La campaña convoca a los inmigrantes a no salir a la calle, a no comprar alimentos ni productos y a cerrar sus negocios durante todo este día. Por supuesto, la industria restaurantera ( cuya fuerza laboral está integrada aproximadamente en un 10% por inmigrantes, muchos de los cuales no tienen papeles), se ha sumado con ímpetu a esta iniciativa en distintas ciudades estadounidenses.

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"Los inmigrantes alimentan a Estados Unidos", dice una frase que chefs célebres están compartiendo en las redes sociales. Es una frase muy repetida; la dijo de otra manera el chef español José Andrés, uno de los que hoy no ha abierto las puertas de sus restaurantes en apoyo al 'día sin inmigrantes'. También la dijo Anthony Bourdain. Y Mario Batalli. Y ellos saben lo que se cuece en las cocinas de este país.

No hay datos exactos sobre cuántos inmigrantes trabajan en los restaurantes de Estados Unidos, entre otras cosas porque muchos de ellos son indocumentados y la informalidad con la que se efectúan las contrataciones hace complicado tener cifras precisas, pero basta conocer las que en 2008 publicó el Pew Hispanic Center para intuir un impacto alarmante considerando el consecuente incremento de las mismas en casi 10 años: por aquellos días, al menos el 20% de los cocineros y más del 30% de los lavaplatos de los restaurantes estadounidenses eran empleados sin papeles.

La chef mexicana indocumentada Cristina Martínez, copropietaria de dos restaurantes en Filadelfia, vivió en carne propia los abusos laborales a los que son sometidos los inmigrantes en algunos restaurantes; por eso ahora participa en un movimiento nacional con la intención de brindarles apoyo y asesoría legal para que conozcan sus derechos y las posibilidades de su estátus migratorio. Según su percepción, los inmigrantes optan por trabajar en las cocinas en primer lugar por el temor que les genera no conocer el inglés: "Con la comida es más fácil aprender el idioma y aparte ya saben que en las cocinas van a encontrar gente que puede ayudarles a encontrar otros espacios para su talento, que de allí pueden lanzarlos luego a la construcción o a los cultivos".

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Entre los empleados de sus dos restaurantes, uno de ellos nombrado entre los 10 mejores de 2016 por la revista Bon Appétit, Cristina cuenta a 4 trabajadores estadounidenses y a 12 inmigrantes indocumentados, "empezando por mí —dice resignada— yo estoy arriesgando lo mismo. Arriesgo mi vida, pero no me importa, alguien tiene que hablar y proteger a la gente. Si vienen por mí, yo salgo por delante de mis empleados". Cristina apoya el paro y por eso uno de sus dos restaurantes se mantendrá cerrado hoy en solidaridad con la convocatoria #DayWithoutImmigrants (el otro solo abre los fines de semana).

Restaurantes de todo el país han cerrado sus puertas. En Washington, algunos de los restaurantes más afamados se han sumado al paro. El chef José Andrés, en disputa abierta con Trump, es uno de los que no ha levantado la persiana en ninguno de sus restaurantes. Otras ciudades, como Nueva York, también amanecían con restaurantes cerrados, igual que en Los Ángeles, Austin, Las Vegas y Chicago, entre otras. Por todo el país han cerrado negocios hosteleros bien por solidaridad, bien por falta de personal. En algunas urbes los inmigrantes además han salido a la calle a protestar.

Las redes sociales documentaron el paro en los restaurantes y otros negocios subiendo fotos de lugares vacíos y carteles de apoyo, solidaridad y aviso. "Así es un día sin inmigrantes", dicen algunos carteles, en tanto que otros advierten que permanecerán cerrados en apoyo a la huelga, a sus empleados y a su comunidad.

Se sabe de hace mucho, pero la era Trump obliga al recordatorio

En 2015, luego de que Donald Trump al inicio de su campaña presidencial diera a conocer su intención de deportar a más de 10 millones de inmigrantes indocumentados, el afamado chef, escritor y presentador neoyorkino Anthony Bourdain señaló en entrevista con Pete Dominick el grave impacto que la medida tendría para los restaurantes de Estados Unidos, cuya planta laboral de base está integrada mayormente por indocumentados provenientes de México y Centroamérica. "Si el Sr. Trump deporta a 11 millones de personas (o lo que sea de lo que está hablando ahora), todos los restaurantes de Estados Unidos cerrarían", dijo en esa ocasión en la que también se refirió a los inmigrantes como la médula de la industria restaurantera de este país, y abundó en la importante influencia de los indocumentados en su formación profesional: "Al igual que muchos otros chicos blancos yo salí de un prestigioso instituto culinario y me fui a trabajar en restaurantes reales. Entré a restaurantes y siempre las personas que más tiempo llevaban ahí, y las que se tomaban el tiempo para enseñarme cómo se hacía, siempre eran mexicanas o centroamericanas."

Chefs como Mario Batalli se han puesto la camiseta apoyando la premisa "Immigrants feed America" ( Los inmigrantes alimentan a Estados Unidos), en una campaña que se promueve en redes sociales con hashtags como #ImmigrantsFeedAmerica, #ImmigrantsFeedUs, o el que hoy reta a la industria restaurantera a admitir el peso de los inmigrantes indocumentados en su economía: #DayWithoutImmigrants.

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En fotos:
Restaurantes cerraron sus puertas para demostrar cómo sería Estados Unidos sin inmigrantes

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