¿Con la mascarilla N95 o KN95 te puedes asfixiar e intoxicarte con el dióxido de carbono que generas al respirar?

Es falso que te puedes asfixiar si usas una mascarilla de los modelos N95 o KN95 y que con ellas te puedes intoxicar con el dióxido de carbono (CO2) que generamos al exhalar durante la respiración.
Los cubrebocas retienen las partículas infecciosas, como las que transmiten el SARS-CoV-2 (el coronavirus), pero dejan pasar los gases como el CO2 y el oxígeno (el que tomamos al inhalar). Y la sensación de falta de aire que podemos sentir con estas mascarillas no es asfixia o ahogo: ocurre porque estos tapabocas son herméticos y para respirar con ellos tenemos que usar músculos diferentes, lo que supone un esfuerzo al que no estamos acostumbrados.
Usuarios del perfil de Facebook de Univision Noticias hicieron estos comentarios sobre este supuesto perjuicio de las mascarillas a la salud.
Los mensajes en esta dirección se han multiplicado desde que el gobierno federal pidió a la población el pasado 19 de enero utilizar estos modelos de mascarillas en espacios cerrados, por ser los que tienen un mayor grado de filtración de partículas (95%), y los que mejor se ajustan, si se hace de forma correcta, a la cara. Recordemos que el virus se contagia a través de aerosoles, pequeñas partículas que cualquiera genera al toser o estornudar.
No te asfixias con las mascarillas N95, sino que respiras de otra forma
La sensación de falta de aire con las mascarillas N95 o KN95 no se debe a que nos asfixiamos o ahogamos, sino a que tienen un ajuste facial hermético que no tienen otras mascarillas y eso implica un mayor esfuerzo al respirar, comenta a elDetector, vía email , la enfermera y divulgadora médica Elena Plaza.
Como informa la empresa 3M, principal suministradora de mascarillas en Estados Unidos, una mascarilla N95 o KN95 “está diseñada para sellar herméticamente la cara, cubrir la boca y la nariz, y puede filtrar al menos el 95% de las partículas en el aire, incluidas aquellas que pueden contener virus y bacterias”.
Entonces para respirar con ellas, explica Elena Plaza, tenemos que poner en marcha “la musculatura respiratoria accesoria [otros músculos que no son los principales], que normalmente no usamos”.
Esto significa que, además del diafragma y los músculos intercostales, que son, recuerda Plaza, “los principales” que intervienen en la respiración, con estas mascarillas “tenemos que hacer más fuerza con esos músculos y [además] puede que sea necesario que entren en juego otros que, en condiciones normales, hacen poco esfuerzo”.
Pero, además, para que en Estados Unidos las mascarillas del modelo N95 y KN95 cumplan con los requisitos de homologación para su venta y distribución, sus fabricantes tienen que seguir los estándares del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), en inglés).
Entre ellos está que el tapabocas permita que sean adecuadas la inhalación (que puedas tomar oxígeno) y la exhalación (que puedas expulsar dióxido de carbon)y no se dificulte tener una correcta respiración.
Los expertos contactados por otros medios de verificación como AFP Factual o Salud con Lupa ratifican lo que comenta Plaza.
Daniel Pahua, académico de Salud Pública de la Universidad Autónoma de México (UNAM), explicó a AFP Factual que la sensación de agobio no es una asfixia real, “es más bien una sensación de falta de aire, pero es porque no estamos acostumbrados. En las industrias el uso de cubrebocas médico o las N95 se usan en jornadas enteras de trabajo y no hay problema”.
De hecho, la enfermera Plaza utiliza una mascarilla N95 ( en estándar europeo, FFP2) en su trabajo con ese cierre hermético, sujetada con gomas tras la nuca y no en las orejas.
Las mascarillas N95 no retienen los gases como el dióxido de carbono y no te puedes intoxicar
“Todas las mascarillas, sean del tipo que sean, lo que retienen son partículas [como las del virus]; no retienen el aire ni los gases que lo componen. Por tanto oxígeno, dióxido de carbono, etc... pasan a través de ellas”, agrega Elena Plaza, que es miembro además de la organización española Salud Sin Bulos, enfocada en luchar contra la desinformación científica.
Por otra parte, en su “ guía para el uso de mascarillas” los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) son claros: “Usar una mascarilla no eleva el nivel de dióxido de carbono (CO2) del aire que respira”.
“El CO2 se libera en el aire a través de la mascarilla cuando exhala o habla. Las moléculas de CO2 son lo suficientemente pequeñas como para pasar fácilmente a través de las mascarillas de cualquier material”, explica la guía.
La guía añade que “las gotitas respiratorias portadoras del virus que causa el covid-19 son mucho más grandes que las de CO2, por lo que no pueden pasar tan fácilmente a través de las mascarillas que están bien diseñadas y son utilizadas de forma correcta”.
Grandes fabricantes de mascarillas, como el caso de 3M, también facilitan información con el “ requisito de autorización de CO2”, es decir, la concentración de dióxido de carbono que un tapabocas puede retener en el espacio entre la boca y su superficie. En ninguno de los casos supera el 1%.
Y según el boletín “ Derivación de valores inmediatamente peligrosos para la vida o la salud” del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional, la concentración de dióxido de carbono es peligrosa para el ser humano cuando reduce la presencia del oxígeno al 19.5%. No es el caso de estas mascarillas.
Una desinformación reciclada: antes se dijo lo mismo sobre las mascarillas quirúrgicas
Nos encontramos ante un caso parecido al de las mascarillas quirúrgicas: a principios de 2021 también circulaba la desinformación de que éstas hacían que nos tragáramos nuestro propio dióxido de carbono. En marzo de 2020 ya explicamos en elDetector por qué esto es falso.
“Respiramos un gran volumen de aire, unos seis o 10 litros de aire por minuto. La cantidad de aire que queda atrapada entre la mascarilla y la cara es muy pequeña y, además, va escapando porque la mascarilla es permeable al aire”, detalló entonces José Luis Jiménez, profesor de Química y Ciencias Ambientales de la Universidad de Colorado Boulder.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también lo aclaró en su web en noviembre de 2020, el primer año de la pandemia: “Utilizar mascarillas médicas durante mucho tiempo puede ser incómodo, pero no provoca intoxicación por CO2”.
N95 y KN95, mayor nivel de protección
Ante el avance de la variante ómicron, muy contagiosa, el gobierno federal apuesta por el uso de estas mascarillas por su mayor capacidad de frenar las partículas del virus en comparación con las quirúrgicas.
Como recuerdan los CDC, las mascarillas N95 y KN95 aprobadas por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional, cuando se ajustan de manera adecuada a la cara, “brindan el más alto nivel de protección frente a las partículas, incluido el virus que causa el covid-19”.
En su sección “ tipos de mascarillas comunes y de respiración”, los CDC clasifican estos modelos de tapabocas de respiración bien ajustadas y aprobadas por el NIOSH (incluidas las N95) como las de mayor grado de protección.
Con las N95 y KN95 es más difícil que las traspase el virus, porque están hechas a base de fibras que se presionan más que en las otras mascarillas y evitan que las moléculas o partículas las atraviesen; estas solo se adhieran a ellas.
Conclusión
Es falso que el uso de la mascarilla N95 o KN95, recomendada por el gobierno federal para reducir la propagación de la variante ómicron del coronavirus, nos asfixie o impida que exhalemos el dióxido de carbono y que, por tanto, nos intoxiquemos con él. Tanto los CDC como los expertos consultados por elDetector y otros equipos de verificación aclaran que estas mascarillas impiden en un 95% la entrada de partículas como los aerosoles, por donde se transmite el virus del SARS-CoV-2. Pero dejan circular los gases como el dióxido de carbono al exhalar, o el oxígeno al inhalar. La sensación de falta de aire que podemos tener con estos tapabocas se debe a que, para respirar, hacemos más esfuerzo del que estamos acostumbrados, al usar músculos que normalmente no usamos. Lee aquí cómo escogemos y asignamos nuestras etiquetas en elDetector.
Fuentes
Univision Noticias. Cuál es la mejor mascarilla para protegerte de ómicron: esto es lo que recomiendan los CDC. 21 de enero de 2022.
Univision Noticias . Si el nuevo coronavirus se transmite por aire: ¿qué tan peligrosos son los ascensores? 13 de octubre de 2020.
elDetector, Univision Noticias. Dudas y temores sobre el uso de la doble mascarilla: esto es lo que sabemos. 9 de marzo de 2021.
Elena Plaza. Enfermera docente. Autora del blog Urgencias y Emergencias y del colectivo Salud Sin Bulos.
CDC. Tipos de mascarillas comunes y de respiración. Actualización del 28 de enero.
CDC. Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH). Respiradores de pieza facial con filtrado de partículas aprobados (en inglés).
CDC. Su guía para el uso de mascarillas. Actualización del 21 de enero de 2022.
Wall Street Journal. Las ventas de máscaras N95 de 3M aumentan, aumentando los ingresos a medida que Omicron impulsa la demanda (en inglés). 25 de enero de 2022.
The New York Times. Guía para encontrar cubrebocas certificados (y no caer en las imitaciones). 17 de enero de 2022.
NPR. Las mascarillas N95 gratuitas están llegando a farmacias y supermercados. Aquí le mostramos cómo obtener la suya (en inglés). 26 de enero de 2022.
Universidad de Valencia. Servicio de Prevención y Medio Ambiente. Electricidad estática.
3M. Coberturas faciales 101: diferencias clave entre máscaras y respiradores N95 (en inglés). Diciembre de 2021.
3M. Preguntas frecuentes sobre protección respiratoria: Trabajadores. Septiembre de 2021.
OMS. Consejos para la población acerca de los rumores sobre el nuevo coronavirus (2019-nCoV). 23 de noviembre de 2020.
Ministerio de Consumo de España. ¿Qué debes tener en cuenta al comprar una mascarilla?
Hospital General de Massachussets. La diferencia entre las mascarillas N95, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de tela. 29 de abril de 2020.
guiamascarillas.es. ¿Qué significa FFP1, FFP2, FFP3 en las mascarillas?
AFP Factual. Las mascarillas quirúrgicas no provocan que el usuario respire su propio CO2, según expertos. 20 de mayo de 2020.
Salud con lupa. ¿Usar mascarilla nos hace respirar nuestro propio dióxido de carbono? 22 de julio de 2020.