La desconocida ley que permite regalar propiedades federales a las personas sin techo

Decenas de terrenos estatales en EEUU están abandonados. El llamado 'Título V' permitiría que se transformen en soluciones para la severa crisis de desamparados que vive el país.

La situación de los sin casa se ha transformado en un grave problema de las principales ciudades de EEU. En la foto, un indigente en Nueva York.
La situación de los sin casa se ha transformado en un grave problema de las principales ciudades de EEU. En la foto, un indigente en Nueva York.
Imagen Spencer Platt/Getty Images

Durante años, residentes y autoridades en Washington DC han debatido sobre lo que se debe hacer con un almacén federal abandonado en 49 Calle L SE. Ubicado a una cuadra del estadio de los Washington Nationals y de la estación Navy Yard, el almacén no podría tener una mejor ubicación. Esta fue una zona desolada de la ciudad, pero hoy se la conoce como Capitol Riverfront —al menos entre los promotores inmobiliarios— y cuenta con dos de los parques urbanos más llamativos de la ciudad: Yards Park y Canal Park.

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Los vecinos han inventado planes para un hacer un mercado y los miembros del Congreso convocaron una sesión ( ¡dentro del almacén!) para discutir por qué la Administración de Servicios Generales actuó tan lentamente para vender sus propiedades no usadas, pero el destino de 49 Calle L SE se estableció hace décadas atrás. Se usará como un albergue para las personas sin techo. Será una instalación de servicios transitorios con vivienda permanente de apoyo para las personas de tercera edad.

Algo similar sucede en San Francisco, donde hay un estacionamiento federal infrautilizado —adyacente al Noveno Tribunal de Circuito para Apelaciones de EEUU— a dos cuadras de dos cafeterías de la famosa marca Blue Bottle Coffee. El terreno tiene un valor de 35 millones de dólares. Probablemente se usará para albergar dos edificios con unas 250 unidades de vivienda permanente de apoyo.

Dados los altos costos de tierra, las leyes de zonificación y la oposición del vecindario, construir un albergue para las personas sin techo en el distrito trendy de SoMa (en San Francisco) o en el Navy Yard de Washington DC quizás parezca impensable. Pero en ambas ciudades, las agencias locales usarán estos tramos federales para ayudar a las personas sin techo con el respaldo total de la ley federal. Y no le costará nada a la ciudad.

Esto se debe al hecho que una ley federal aprobada hace unos 30 años obliga al gobierno a hacer que las propiedades federales no usadas queden disponibles para albergar a las personas sin techo, siempre y cuando sea posible. Además, un proyecto de ley aprobado por el Congreso en diciembre 2016 les permite a los gobiernos locales, a las organizaciones de vivienda sin fines de lucro y a las organizaciones religiosas a esencialmente circunvalar el veto de asociaciones del vecindario y de las comisiones de zonificación.

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El Título V —el nombre de esta norma— aborda uno de los asuntos más fastidiosos que acosan a las ciudades estadounidenses. Hay propiedades vacantes en todas partes y hay personas sin techo en todas partes. ¿Entonces por qué rayos no usamos esa propiedad para albergar a las personas sin techo?

Se diseñó al Título V para hacer exactamente esto mismo con millones de acres de tierras federales no usadas. Pero el reglamento es desconocido y, hasta hace poco, usarlo implicaba tener que vencer a unos obstáculos desafiantes.

Sin embargo, hasta la fecha el Título V ha creado unos 500 albergues de emergencia, instalaciones transitorias de vivienda, oficinas sin fines de lucro y otros espacios, todo esto al usar aproximadamente 900 acres de tierra federal a lo largo de 30 estados y Washington DC. Gracias a cambios en la ley que aprobó el Congreso en 2016, hoy día Título V es una herramienta más eficaz para revertir la grande (y creciente) ola de desamparo en EEUU.

“Incluso ese historial muy impresionante representa sólo una fracción del potencial del programa Título V. Realmente es un recurso sin explotar”, dice Tristia Bauman, abogada senior para el National Law Center on Homelessness & Poverty. “Potencialmente podría redefinir las reglas del juego”.

¿Cómo opera la norma?

La Ley McKinney-Vento de Asistencia para las Personas sin Techo de 1987 sigue siendo la ley federal más ambiciosa que el Congreso jamás haya aprobado para abordar el asunto del desamparo. Entre otras cosas, este proyecto de ley inauguró el U.S. Interagency Council on Homelessness (Consejo Interinstitucional sobre el Desamparo) y requirió a los estados a desarrollar procedimientos para garantizar que los niños sin techo reciban una educación.

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Título V de McKinney-Vento creó un proceso de múltiples pasos para entregar las propiedades federales a los gobiernos estatales y locales, así como a las organizaciones sin fines de lucro, con el propósito de usarlas para servicios para las personas sin techo. Cada trimestre el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EEUU (HUD por sus siglas en inglés) monitorea cuáles son las propiedades no deseadas. Entonces el HUD vuelve disponibles a algunas propiedades federales.

A finales del año pasado, el Congreso aprobó una ley para reducir la huella física del gobierno federal y acelerar su 'eliminación' de propiedad excedente (la Federal Assets Sale and Transfer Act of 2016 o FAST).

Pero la transformación más grande quizás sea en la forma en que el gobierno se deshace de estas propiedades. Anteriormente, el gobierno federal podría optar por transferir una propiedad mediante una escritura o mediante un contrato de arrendamiento sin costos. Después de lFAST, el solicitante puede escoger el modo de transferencia de propiedad. Eso importa mucho en vecindarios como SoMa o Navy Yard, donde albergues en propiedad federal arrendada sería eximidos de la zonificación local.

Ciertas restricciones controlan a Titulo V. Por ejemplo, los faros están totalmente eximidos; no se pueden transferir faros para convertirlos en albergues para personas sin techo. La Administración de Servicios Generales tiene el criterio sobre si una propiedad federal se puede canjear con otra agencia en lugar de designarse como sobrante. Con frecuencia las agencias no cumplen con Título 5 y ha habido esfuerzos congresales consistentes de circunvalarlo.

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Sin embargo, por lo general la decisión típica es que una propiedad federal no necesitada es apropiada para servicios para las personas sin techo si se puede encontrar un solicitante para ésta. Y el gobierno federal tiene que hacer disponibles a las propiedades apropiadas antes de que puedan hacer cualquier otra cosa con ellos.

En el momento en que el gobierno trataría de vender una propiedad o transferirla, bajo Título V, primero se tiene que ofrecer, si es apropiada, a solicitantes calificados para usarse para prestar servicios a las personas sin techo o para vivienda.

Todavía esta ley se puede aprovechar mucho más

El Título V plantea la posibilidad interesante de convertir la sede de la Oficina Federal de Investigación —la cual posiblemente pronto será desocupada— en un albergue para personas sin techo, una propuesta que CityLab ha planteado anteriormente. La Comisión Nacional de Planificación de la Capital ha publicado lineamientos de diseño.

Ahora bien, el Congreso podría encontrar una cláusula de excepción antes de tomar una decisión que solamente sería atractiva para los que abogan por la vivienda asequible y para los fanáticos de arquitectura brutalista. Pero según la ley federal, organizaciones religiosas y agencias de vivienda sin fines de lucro deben ser primeros en el orden de operaciones, antes que los promotores inmobiliarios.

Así fue cómo Growing Home tuvo su comienzo en Chicago. En 1992 la Coalición de Chicago para las Personas Sin Techo solicitó y recibió una parcela federal (parte del Navy Pier) para inaugurar un programa de capacitación sobre la agricultura urbana. Unos cuantos años después, la coalición formó Growing Home y adquirió 10 acres en Marseilles, Illinois en el Condado LaSalle —una estación meteorológica del Servicio Nacional del Tiempo que estaba en desuso—, también fue mediante el Título V.

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Growing Home llegó a ser dueño de parte de la propiedad. Cuando la organización decidió venderla a la mitad de su término de arrendamiento y trasladar sus operaciones a Chicago, compró el interés restante del gobierno en la propiedad y entonces la vendió completa.

En sólo 2016, Growing Home generó más de 35,000 libras de hortalizas orgánicas de sus dos granjas en Englewood y capacitó a más de 50 personas en habilidades laborales de la agricultura urbana. Según la organización, un 82% de sus asistentes de producción completaron su programa, un 95% de los que graduaron después consiguieron empleos y un 97% de los que consiguieron empleos los mantuvieron por lo menos 30 días. Más que un albergue, Growing Home es un esfuerzo de abordar los orígenes de estar sin techo.

“Antes de eso tuvimos muchas dificultades para despegar”, dice April Harrington —directora de desarrollo de Growing Home— al referirse al papel que el Título V desempeñó en establecer la granja. “La Ley McKinney lo hizo posible”.

Cada año, el HUD tamiza cientos —a veces miles— de propiedades: lotes vacantes, almacenes vacíos e instalaciones redundantes cuyos costos de mantenimiento drenan los fondos de contribuyentes. Por ley, esos sitios se pueden transformar en generadores de empleos y albergues para las personas más vulnerables del país, todo mediante la generosidad de los fieles y el ingenio de soñadores. Eso es el buen gobierno en acción.

Las personas sin techo es un problema que la gente sabe solucionar. Mediante Housing First, vivienda transitoria y programas de vivienda permanente de apoyo, los defensores saben cómo revertir el desamparo crónico y hacer que ayuda les llegue a las familias que la necesitan. La parte difícil es encontrar el dinero, la propiedad y el apoyo de comunidades… incluso si esas cosas están abundantemente disponibles. El Título V resuelve dos de estos tres asuntos.

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Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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