Nueva ofensiva en Nicaragua: al menos tres muertos por la represión de paramilitares y policías en Masaya
MANAGUA, Nicaragua. - Un operativo conjunto de policías y paramilitares comenzó a primera hora de la mañana de este martes en el barrio indígena de Monimbó, uno de los pocos lugares de Nicaragua donde los ciudadanos mantenían barricadas en resistencia al gobierno de Daniel Ortega.
Tras más de siete horas de enfrentamientos, la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) confirmó la muerte de al menos tres personas durante el ataque: el policía Kevin Javier Rivera Lainez, Bryan Ezequiel Flores, de 15 años, y Emilia Castro, una mujer que fue "sacada de su hogar, secuestrada por hordas paramilitares e impactada de bala", según le informó el secretario ejecutivo de esa organización Álvaro Leiva, a Univision Noticias. La ANPDH cree que el número de víctimas podría ser mayor, pero todavía no es posible ingresar a la ciudad porque permanece cercada por las "fuerzas combinadas" del gobierno fuertemente armadas.
Los vecinos de este barrio de Masaya, ciudad aledaña a Managua, le reportaron a Univision Noticias que desde primera hora de la mañana vieron entrar a camionetas y motos con hombres armados que se dirigían a Monimbó. Sobre las 6:00 de la mañana comenzaron a escuchar explosiones en un nuevo intento de las fuerzas del gobierno de levantar los tranques que erigieron los ciudadanos.
Según los reportes procedentes de la zona, sobre las 12:00 del mediodía, los paramilitares ya habían logrado desmontar prácticamente todos los tranques de la ciudad y comenzaron una persecución de los ciudadanos que erigieron las barricadas a modo de protesta.
Entre los secuestrados por los paramilitares que han sido identificados hasta ahora está el excombatiente sandinista Álvaro Gómez, cuyo hijo fue asesinado durante la primera semana de protestas en Masaya, según confirmó el centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
Tras el asesinato de su hijo, Gómez cuestionó fuertemente la actuación del gobierno y se unió a quienes organizaban las barricadas del barrio indígena de Monimbó. Los vecinos reportaron que cuando se lo llevaban este martes, le arrancaron la prótesis que tenía pierna que perdió luchando en la montaña con el ejército sandinista.
"Ya entraron a Monimbó los paramilitares. Los chavalos (manifestantes) andan huyendo y los están agarrando. Los estan sacando a todos de sus casas y algunos huyeron por veredas", le dijo a Univision Noticias una portavoz de la Alianza Cívica por la Defensa de Masaya, que prefirió no ser identificada por motivos de seguridad.
Videos grabados por ciudadanos muestran cómo los paramilitares y policías llevan palas mecánicas para tumbar las barricadas de adoquines. Además, los vecinos aseguran que los ciudadanos responden a la lluvia de balas de alto calibre con morteros, bombas de contacto, huleras y algunas armas de corto alcance.
Tras conocerse los reportes de los ataques, la iglesia católica llamó a la población a resguardarse en sus casas "ante el acoso armado" de las "fuerzas combinadas" del gobierno que atacaron la ciudad, afirmó el cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes.
“¿Atacan Monimbó! Las balas están llegando hasta la parroquia María Magdalena, en donde está refugiado el sacerdote. ¡Que Daniel Ortega detenga la masacre! ¡A la gente de Monimbó les ruego, salven sus vidas!”, escribió por su parte en su cuenta de Twitter el bispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez.
Golpe a la cuna de la revolución sandinista
El acceso a Masaya desde la capital, Managua, permanece cerrado en todos los flancos por patrullas policiales, y Univision Noticias no ha podido corroborar estas informaciones. Sin embargo, lo que relatan los vecinos coincide con el patrón de actuación de las fuerzas del gobierno en la llamada "operación limpieza" por la que en las últimas semanas policías y paramilitares han desarticulado violentamente los tranques que seguían en pie en el país para exigir la salida del poder de Daniel Ortega.
En todos los casos, tras la desarticulación de las barricadas en operaciones que han dejado decenas de muertos, los organismos de derechos humanos han reportado una "caza de brujas" por la que las fuerzas del gobierno buscan a los ciudadanos que estaban en los tranques para reprimirlos o encarcelarlos.
Este no es el primer intento de la policía y los paramilitares del gobierno de Ortega para desarmar las barricadas de Monimbó, un barrio muy simbólico para el sandinismo puesto que fue el lugar donde en 1978 fue gestada la insurrección final contra la dictadura de Anastasio Somoza.
Ese lugar se ha convertido también en uno de los símbolos de las protestas que han sido fuertemente reprimidas en todo el país y que han dejado ya más de 300 muertos desde mediados de abril.
El ataque a Masaya ocurre dos días antes del 19 de julio, una fecha emblemática en la narrativa sandinista: la conmemoración del triunfo de la Revolución Sandinista. Esta fecha es la más importante para el gobierno de Daniel Ortega, ya que es cuando realizada el acto de masas más grande del año. Su administración ha decidido “limpiar” el país de tranques mientras ha ordenado repetir la consigna “Daniel se queda”, en respuesta a la demanda popular de que “se vaya” del poder.
“El compromiso de nuestro comandante Daniel con la restauración del Alma nicaragüense, que es pacífica, que es generosa, que es solidaria, con la recuperación de nuestro territorio, la liberación de todo nuestro territorio para restituir el derecho de todas estas familias nicaragüenses a la seguridad, a la paz, el trabajo y la vida que es lo que todo queremos y lo que todos merecemos”, dijo este lunes la vicepresidenta Rosario Murillo.
Por su parte, el comisionado mayor de la policía Ramón Avellán fue claro al hablar de una “orden" del presidente y la vicepresidenta para limpiar los tranques a nivel nacional. "Esa petición de la población de Monimbó, que es nuestro Monimbó y sigue siendo nuestro, y nuestra Masaya, vamos a cumplirlo. ¡Al costo que sea!”, declaró.