El chavismo recuperó este domingo el control de la Asamblea Nacional (parlamento) en Venezuela al vencer en unas cuestionadas elecciones legislativas, boicoteadas por casi toda la oposición y caracterizadas por una alta abstención del 69% y un fuerte rechazo internacional.
El chavismo gana las cuestionadas elecciones parlamentarias en Venezuela, marcadas por una altísima abstención
Con una abstención de casi 70%, las fuerzas leales a Maduro obtuvieron preliminarmente el 67.7% de 5.2 millones de votos escrutados, mientras que los partidos minoritarios de la oposición que no acataron el llamado a boicot hecho por Guaidó alcanzaron el 18% de los votos.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira Alfonzo, una exmagistrada del Tribunal Supremo afín al chavismo, indicó que la alianza del Gran Polo Patriótico, que apoya al gobernante Nicolás Maduro, obtuvo el 67.7% de 5.2 millones de votos escrutados en un primer boletín, mientras que un sector minotirario de la oposición, que rompió el boicot encabezado por Juan Guaidó, obtuvo el 18%. Alfonzo no precisó cuántos de los 277 escaños corresponden a cada fracción política.
La abstención alcanzó el 69% en unas elecciones a las que estaban convocados más de 20 de los 30 millones de habitantes de este país.
"¡Felices madrugadas de victoria!", celebró Maduro. "Tenemos una nueva Asamblea Nacional, hemos tenido una tremenda y gigantesca victoria".
La cifra de la abstención es todavía más significativa en comparación con las elecciones legislativas de 2015, en las que la oposición rompió 15 años de hegemonía chavista, y hubo una participación del 71%, y las elecciones de 2010, cuando fue de 66.45%.
La de este domingo es la mayor abstención en este tipo de comicios desde 2004, cuando solo el 25% de los votantes acudieron a las urnas. Entonces la oposición, al igual que ahora, decidió marginarse en bloque al alegar que no había condiciones.
Guaidó, presidente interino de Venezuela reconocido por decenas de países, convocó a una consulta popular del 7 al 12 de diciembre para confrontar el proceso que tildó de "estafa”.
La recuperación del legislativo por parte de Maduro tiene un sabor amargo para el gobernante izquierdista, puesto que los comicios son rechazados por Estados Unidos, Colombia, Canadá, Brasil, la Unión Europea y otros países de la región, que no veían las condiciones para un proceso electoral transparente y democrático.
La postura crítica de la comunidad internacional hace prever que no habrá cambios en las presiones y sanciones hacia el gobierno de Maduro, quien deberá seguir sorteando la compleja crisis sólo con el apoyo de Rusia, China, Irán, Cuba y Turquía, que en los últimos años se han convertido en sus incondicionales aliados.
















