Hallan cadáver de un bebé en cárcel mexicana y se sospecha que lo usaron para traficar droga
Dentro de una problemática prisión mexicana, un reo encontró en un bote de basura el cadáver de un bebé recién nacido que tenía una incisión en el abdomen, lo cual ha despertado la sospecha de que el infante pudo haber sido utilizado como “mula” para ingresar droga en su cuerpo.
El hallazgo del cuerpo del menor, cuya identidad no ha sido revelada, si es que se conoce, ocurrió el pasado 11 de enero en la cárcel de San Miguel, en el estado de Puebla. Un preso lo vio mientras buscaba desechos en un bote de basura y de inmediato lo notificó a los directivos del penal. En un principio se informó que tendría unos tres meses, pero luego se aclaró que tenía seis días de edad.
“Es una historia de terror que se cuenta sola”, expresó en una entrevista con Milenio, Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta, una organización que difundió el caso tras considerar que la nota de un medio local informando sobre el incidente no había generado una reacción apropiada del gobierno.
“Lo que sabemos es que el bebé tiene una incisión en el abdomen, lo cual también nos da a entender que quizás podría haber sido usado para ingresar droga dentro de la cárcel”, señaló Niño de Rivera, quien exigió un castigo para la o las personas responsables de esta muerte.
Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, informó el lunes en una videoconferencia que la Fiscalía estatal se ha hecho cargo de este “hecho gravísimo” y “siniestro”. El funcionario dijo que confiaba en que “pronto” habrá resultados de las diligencias, de las cuales está pendiente “detalle a detalle”.
“Es un asunto muy grave y va a aparecer mucha porquería. Mucha porquería y la vamos a dar a conocer una vez que esté acreditado todo”, señaló Barbosa, quien adelantó algunas de las interrogantes que la Fiscalía poblana estaba tratando de esclarecer en la etapa inicial de su investigación.
“Primero determinar dónde nació el niño… porque no nació adentro del penal. Después, del tiempo en que nació al tiempo en que apareció su cuerpecito muerto, de un niño de seis días de nacido. Tercero, llevaba una cirugía su cuerpecito, del apéndice. Cuarto, cómo introducen el cuerpo del bebé (sic) al reclusorio ¿Quién lo permite? ¿Quiénes son los papás?”, detalló el gobernante.
Un asesinado, droga y peleas de perros
Una de las pistas es que metieron de alguna manera el cadáver del bebé a la cárcel y luego intentaron deshacerse de este. Otra es que colocaron droga en su cuerpo y la extrajeron. La idea de nació y murió en el penal tampoco es descabellada, considerando que la corrupción que impera en las cárceles de México ha permitido que las parejas de los reos y sexoservidoras se alojen con ellos durante varios días.
“¿Cómo es que las autoridades no se hayan dado cuenta que ingresó un menor muerto o vivo?”, cuestionó Niño de Rivera en la entrevista con Milenio. ¿Cómo puede ser que no se dieron cuenta que había un bebé muerto dentro de un basurero?… Puede ser asesinado un niño adentro de la cárcel, puede ingresar un niño muerto y nadie se da cuenta”, reclamó.
La organización Reinserta, que se enfoca en los niños que crecen al lado de sus padres encarcelados, afirma que el penal de San Miguel está sobrepoblado, existe allí un alto índice de personas que cumplen condenas por delitos sexuales contra menores y ha recibido una baja calificación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Lo cataloga como un centro con “autogobierno”.
Un reo fue “brutalmente asesinado” el 6 de diciembre y tres semanas después se registró una riña. Reinserta advierte que en esa penitenciaría se fabrican drogas, se permite el ingreso de prostitutas, les cobran a los reos cada vez que pasan lista y se realizan apuestas en peleas de perros.
“A los perros muertos, después de las peleas los sacan en bolsas de basura afuera del penal. Esta vez lo que se encontró en los botes de basura fue el cuerpo de un bebé”, lamentó Reinserta en un comunicado.
Para mantener vigente este tema, el grupo lanzó la campaña en Twitter #JusticiaBebe.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos había informado que atraería el caso y comenzaría sus propias averiguaciones, pero este miércoles aclaró que dejará esa facultad al organismo estatal. Lo que sí reiteró fue su exigencia para que se realice “una investigación integral y exhaustiva que permita el esclarecimiento de los hechos y dar con él o los responsables de la muerte del menor de edad”.
Hace unos días, la comisión le pidió al gobierno de Puebla reforzar los controles de vigilancia, seguridad, revisión e ingreso en la cárcel de San Miguel. Además, solicitó a las autoridades penitenciarias ejercer sus funciones para “garantizar la debida gobernabilidad al interior” del mismo, sin violar los derechos humanos de los internos. Al momento se desconoce si dichas exigencias se han aplicado.
