El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se manifiesta en las células del cuello del útero, también llamado cérvix, la región que conecta el útero con la vagina. Generalmente, la enfermedad está relacionada con la presencia de algunas cepas del virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual, de acuerdo a la clínica Mayo.

Diagnosticar un trastorno del deseo sexual es complicado, dada la singularidad de cada mujer y de cómo se relaciona con su sexualidad. El deseo sexual bajo puede deberse a varios factores, varios de ellos físicos y otros tantos mentales: puede ser provocado por una disminución en la libido, un sentimiento más físico, o por la ausencia de fantasías o pensamientos sexuales, que se conoce como trastorno del deseo sexual hipoactivo.

El flujo vaginal es una parte natural del cuerpo femenino. Esta secreción protege los genitales internos y externos y el canal urinario, previniendo infecciones. Además, contribuye a la limpieza natural de la vagina y a la lubricación para las relaciones sexuales. Esta secreción es normal y solo debe ser fuente de preocupación cuando presenta cambio de color u olor y cuando la acompañan dolor, picazón y otras incomodidades.

La creencia de que el hombre tiene que trabajar y volver con el dinero para el sustento de su familia, mientras que su esposa se queda cuidando de los hijos y haciendo las tareas domésticas, ya dejó de tener fuerza en nuestros días.

El cuerpo de una mujer en edad fértil se prepara cada mes para un posible embarazo. Si no hay embarazo, el óvulo no fecundado se disuelve y se produce lo que conocemos como menstruación.

Tanta vergüenza nos invadió durante generaciones que la sexualidad femenina parece ser un terreno tan misterioso como la cara oculta de la Luna. Es una gran victoria que la revolución sexual nos demostrara que no hay nada de malo en conocer nuestros cuerpos, ¡al contrario! Explorarlos es bueno para disfrutarlos y también para reconocer cuando algo anda mal.