Una de las mejores inversiones que se pueden hacer es viajar, ya que la experiencia, recuerdos y aprendizajes se quedan contigo para siempre, no como ese televisor gigante o tablet que te durará, con suerte, un par de años.

No sé a ti, pero a mí me encanta el invierno porque eso significa que disfrutaré de chocolates calientes, el hogar prendido todos los días, podré disfrutar del calor de la familia y, por su puesto, llega la temporada de la nieve. ¡Y la amo!

¿Quién no ha soñado con tomarse una foto al atardecer en la torre Eiffel, con pasear por las callecitas de París llenas de artistas y carga histórica y cultural, o con probar los famosos croissants y baguettes? ¡Qué levante la mano!

Viajar es un gusto que muchas personas compartimos. Unos lo hacen más, otros menos, pero cada oportunidad que se nos presenta para hacerlo no dudamos de subirnos a ese avión sin importar el destino que tenga.

Si bien puedes compartir muchos momentos memorables con amigas como fiestas, reuniones y cenas, compartir un viaje implica involucrarse en muchas otras actividades y situaciones en las que probablemente jamás habías visto a esta persona en acción.

En una era de Internet en que cada uno puede encontrar su particular vía de expresión, los blogs se han convertido en el perfecto espacio donde dar rienda suelta a nuestras experiencias en forma de escritos.