Del Terror resaltan todas sus variantes: el psicológico, el paranormal y de amenazas o asesinos, como para garantizar que cada espectador de un brinco de miedo en su asiento. Aunque haya muchas series que no puedan ser plenamente identificadas como de terror, el misterio y la fantasía han demostrado que también tienen personajes que logran ponernos los pelos de punta cada vez que aparecen en pantalla.

Las series de detectives son muy populares hoy en día, con una enorme cantidad de investigadores resolviendo tantos casos en la pequeña pantalla, que uno podría pensar que, de aliarse todos en un mismo universo, no existiría tal cosa como el crimen.

El final del episodio 6 y casi todo el episodio 7 de la temporada 2 de True Detective tuvieron un salto de calidad y fueron bastante entretenidos, haciéndonos pensar tal vez que al final la serie podría redimirse de todo lo que había hecho anteriormente.

Luego del anuncio del crossover entre Bones y Sleepy Hollow, nos damos cuenta de que muchas ideas extrañas pueden hacerse realidad. Incluso las series que no se parecen nada entre sí, pueden reunirse para resolver algún caso en concreto o divertirse un rato.

Este episodio de la temporada 2 de True Detective fue tan bueno que uno no sabe si alegrarse por esto o si lamentarse por el hecho de que llega cuando falta uno solo para el final, y para disfrutarlo tuvimos que pasar antes por el tedio y la decepción de las primeras tres cuartas partes de la temporada, que podrían haber sido así de atractivas. Tal vez esto hace que la percepción sobre el episodio sea algo mejor de lo que se merece.

Desplazando del primer puesto al segundo episodio de la temporada, aquel que terminó con el cliffhanger de Ray Velcoro recibiendo unos cuantos disparos a quemarropa, este episodio titulado “Church in Ruins” (“Iglesia en ruinas”) fue el más disfrutable de la temporada 2 de True Detective hasta el momento, y hasta permite depositar ciertas expectativas (no muchas) en que la temporada tenga un final más o menos decente e interesante.