Este domingo se emitió por HBO el final de temporada de True Detective, una serie que con sólo ocho semanas al aire se convirtió en un fenómeno casi sin precedentes y significó para la cadena un nuevo mojón en su saludable costumbre de brindar contenido original de calidad.

Centrado exclusivamente en 2012, True Detective adopta una estructura más lineal y empieza a responder algunos de los enigmas que ha ido planteando a lo largo de la temporada, tales como la identidad del asesino o las dudas de la inocencia de Cohle.

Matthew McConaughey está pasando sin lugar a dudas por uno de los mejores momentos de su carrera y, en estos últimos años, ha logrado consolidarse como actor de peso realizando trabajos que lo alejan bastante de los roles más simples de comedias románticas, por los que se hizo más conocido.

No le tomó demasiado tiempo a True Detective convertirse en una de las series nuevas más aclamadas y discutidas de la televisión.

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El espectacular y trepidante episodio de la semana pasada, con un plano secuencia que ha dejado conmocionado a todo el mundo seriéfilo, ha dado paso a un capítulo más pausado, sin escenas tan impactantes, pero en el que la trama avanza de forma más vertical que nunca.