Ni Colin Farrell, Rachel McAdams y Vince Vaughn pudieron salvar la temporada 2 de True Detective, que en su saludable intento de hacer algo diferente se perdió por caminos inútiles o inverosímiles y cometió el fatal error de confundir entrevero con complejidad y confusión con profundidad (errores que, según a quién se le pregunte, pueden haber estado antes, aunque más disimulados).

¿Cómo reposa la mente de los escritores? La respuesta a esta interrogante podría llevarnos a un largo debate, considerando que un buen autor siempre tiene los ojos abiertos y se inspira en todo lo que le rodea.

Si te habías quedado con un sabor amargo luego de la segunda temporada de True Detective, la tercera entrega de esta serie, creada por Nic Pizzolatto para HBO, volverá a sorprenderte y cautivarte tanto como lo hizo la primera, protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, en 2014.

Después de la incertidumbre que generó la muy floja temporada 2 de True Detective, que puso en dudas la continuidad misma de la serie, HBO y el creador Nic Pizzolatto intentaron buscar nuevos caminos para no desaprovechar el potencial de una de las pocas series dramáticas originales y populares que tiene la cadena, con sus historias de suspenso, crimen y misterio.

True Detective nos provoca sentimientos encontrados. La primera temporada llegó para arrasar con todo, con Matthew McConaughey y Woody Harrelson como protagonistas, pero la segunda, a pesar de su buen reparto, no llegó ni a los talones de la anterior y no pudimos evitar sentirnos decepcionados.

True Detective pasó de ser una de las series nuevas más prometedoras y aclamadas de HBO en su primera temporada a ser una de las grandes decepciones de la cadena en la segunda, que no pudo ser siquiera rescatada por su notable elenco protagónico.