Cuando se habla de Adam Sandler parece no haber un punto medio: la gente lo ama o lo odia. Personalmente, podría seguir mi vida sin saber nada más de su filmografía, aunque hay que reconocer que Adam tiene oficio y es una marca registrada: casi cualquier película de Adam Sandler es una película de Adam Sandler.

Aunque el cine de terror no tiene una vanguardia tan destacable como la ciencia ficción o incluso la fantasía, sí hay algunas películas que definitivamente parecieron muy extrañas en su momento, para luego asentar el camino que muchos otros films del género recorrieron en el futuro.

La novela Frankestein, escrita por Mary Shelley, tiene mucho del romanticismo, movimiento al que la autora de alguna manera estaba inscripta, y tomaba algo muy importante en el momento en que la escribe (1816): fantasear con la posibilidad de cambiar la idea de un Dios implacable, y de los seres humanos atados a un destino.

No existe una manera objetiva de determinar las mejores películas, y este tipo de listas, tan frecuentes como interesantes, siempre van a depender en mayor o menor medida de los gustos personales de quienes sean que hayan participado de la encuesta, votación o método para elegirlas, ya sean críticos o espectadores.

Los reboots, secuelas y precuelas se han adueñado de la cartelera, encontramos aciertos como la nueva Mad Max o el taquillazo de Jurassic World, si bien otras como Terminator: Genisys están pasando con más pena que gloria ante los ojos de unos espectadores y crítica más exigentes que nunca, especialmente cuando no se trata de un producto 100% original.

A todos nos pasa, por diversas razones y por diferentes períodos de tiempo pero todos hemos estado en esa situación en la que necesitamos ánimo y lo necesitamos urgente. Sea para drenar, reír o distraernos, las películas suelen ser el mejor refugio para esos momentos.