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Columna de Opinión

Las películas de terror que más nos atemorizaron

Publicado 26 Jun 2015 – 04:15 PM EDT | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Hoy, para desmentir los rumores que indican que quienes formamos parte de Vix somos reptilianos a punto de apoderarnos de la mente y voluntad de nuestros lectores para tomar el control del planeta, les traemos una lista de películas para probarles que sí somos reptilianos, pero con emociones prácticamente humanas.

Si tenemos ciertos gustos e intereses que volcamos y compartimos a diario en nuestros sitios es a causa de la radiación, pero también se lo debemos a las marcas que estas películas de terror dejaron en nuestra infancia.

1. What Lies Beneath

«Tenía unos 10 años cuando salió What Lies Beneath y por razones que todavía no entiendo, mis padres me permitieron verla. Fue el primer susto verdadero que me dio una película y cambió por siempre mi vida. Sin exagerar, hasta el día de hoy no me gusta tener que ir a un baño sola por miedo de que al arrimarme a la bañera vea ese aterrador reflejo en el agua, tal como le pasó al personaje de Michelle Pfeiffer. Nunca he intentado ver la película otra vez de adulta porque ya hizo su trabajo: asustarme de por vida».

Katerina Torres - Equipo editorial

2. It

«De niño siempre le tuve miedo a los payasos, de hecho recuerdo asistir a fiestas infantiles y abandonar la celebración en el momento en que se aparecían estos macabros trabajadores del espectáculo. Por lo tanto, no es de extrañar que la película It ( Eso), basada en la novela homónima de Stephen King, me dejara al menos dos años de post-trauma durmiendo con la luz encendida. Vale aclarar que esto me sucedió a los 9 años, y tarde casi 10 en repetir la experiencia. Huelga decir que en aquella segunda ocasión la película me pareció poco aterradora y hasta de baja calidad. Entre risas incrédulas me pregunté cómo podía haberme asustado tanto con ese film. En fin, cuestión de contexto supongo».

Santiago Benvenuto - Equipo editorial/Marketing online

3. Alien

«En una noche de verano en mi natal Cuba, en lo que presumo sería el año 85 o algo así, pasaron Alien por primera vez en la televisión. Mi madre jamás sospechó que mi hermana mayor y yo (con unos 8 años) veríamos la película con ella desde un estratégico rincón del pasillo. Solíamos hacerlo cada sábado de estreno, y casi siempre nos dormimos antes de que terminara el film.

Mi fascinación por el cosmos, las naves espaciales, y los extraterrestres (y un pánico horrible por una hora y media) no dejaron que sucediera así esa vez. en aquel entonces yo quería ser astronauta. Recuerdo todas las escenas de persecución en una nave que daba más miedo que el mismísimo monstruo. ¿Pero por qué está tan oscura esa nave?, nos preguntamos mi hermana y yo una y otra vez. También recuerdo claramente la escena en que uno de los astronautas estaba muriendo y el alien le rompe la barriga sobre una mesa en frente del resto de la tripulación.

Por meses sentí un escalofrío horrendo cada vez que pasaba por un pasillo oscuro, especialmente si iba solo, también cuando alzaba mi vista a las estrellas. Años más tarde, el libro Alien se convirtió en uno de mis favoritos; otros tantos años después, no me hice cosmonauta, pero me convertí en escritor, y a veces escribo sobre cine».

Erick Lappin - Equipo editorial

4. Dr. Giggles (Doctor Bisturí)

«Empecemos por considerar que en 1992 yo tenía tan solo 5 años de edad y un hermano 8 años mayor muy fanático de las películas de terror. En alguna oportunidad en que nuestros padres salieron de noche y mi hermano quedó a cargo de mi cuidado, él no tuvo mejor idea que alquilar el VHS de Dr. Giggles para que lo viéramos juntos. Se trata de una historia de sangrienta venganza enmascarada en el accionar profesional de un médico de pueblo que estaba un poco más loco que el común de los doctores en medicina...

Como podrán imaginarse, desde ese momento llevarme al médico se volvió una tarea prácticamente imposible para mis padres. La sola presencia de una bata blanca me hacía temblar. Podría decirse que el Doctor Bisturí "cortó" mi confianza en la ciencia médica. Ahora que soy un adulto, soy un gran militante en favor de la homeopatía (?)».

Nicolás Falchi - Equipo editorial

5. Pet Sematary

«Pet Sematary me remite a mi niñez y quizás sea por eso que me atemorizó tanto en épocas pasadas. El hecho de estar basada en una novela de Stephen King ya la hace interesante, pero la idea de que las personas e incluso los animales puedan volver de la muerte da miedo. Sobre todo si vuelven como seres desalmados y violentos.

La narración es muy interesante, incluso cuando se cuenta la historia de Zelda, la chica con una enfermedad terminal. Sin embargo, es realmente horrible ver cómo los seres queridos del protagonista van cobrando vida en ese pequeño cementerio».

Katia Silveira - Equipo editorial

6. Saw

«Desde el anuncio de su estreno y con cada nueva secuela, Saw fue una de las películas que lograba generarme tanto interés y curiosidad como rechazo al “gore innecesario”. El terror psicológico es uno de mis géneros favoritos, pero no por eso sería fácil entregarse a la carnicería que las películas prometían. No fue hasta 2014 que me decidí a finalmente darle su oportunidad (tras espiar varias escenas aisladas en YouTube), y para mi sorpresa, me vi obligado a ver una tras otra las 7 películas disponibles.

Hoy es por lejos mi saga de terror favorita, repleta de giros argumentales, guiños internos y varias escenas que nos invitan a mirar hacia otro lado, pero con cierta lógica argumental que supera a la típica película de terror incongruente, y sin necesidad de “monstruos” u otros seres fantásticos».

Rod Locksley - Equipo editorial

7. The Fly

«Es probable que la película La Mosca ( The Fly, 1986) no sea una de las clásicas opciones cuando pensamos en films de terror, pero sin duda tiene todos los componentes para aterrorizarnos, en especial, cuando somos pequeños: teletransportación, científicos locos y un insecto absolutamente horrible. Lo más terrorífico de ver es el proceso de transformación que sufre su protagonista Seth Brundle, que va convirtiéndose lenta y dolorosamente en una horrible mosca. ¡La escena en el baño cuando se le caen las uñas es simplemente terrible!

Sin duda, esta se ha convertido en una de mis películas favoritas de David Cronenberg, precursor del llamado body horror, en el que se exploran los miedos a través de la transformación corporal. Por medio de la metamorfosis del personaje y la modificación del físico, se logra abordar de forma muy interesante, un tema siempre vigente: cómo la tecnología, muchas veces sin darnos cuenta, nos altera completamente, formando parte de nuestra propia carne y transformándonos en algo más».

Ana Laglère - Equipo editorial

8. The Blair Witch Project (1999)

«Ah, qué tiempos aquellos en los que el found footage era algo novedoso y efectivo.
A fines de los 90 o comienzos de los 2000 éramos lo suficientemente ingenuos (o no teníamos Wikipedia lo suficientemente cerca) como para permitirnos dudar. Escuchabas hablar de esta misteriosa película que-no-se-sabe-si-es-ficción-o-realidad y en lugar de pensar que todo era un engaño pensabas: “Oh... ¿y si es verdad?”.

Y después la veías y esta duda se te colaba por los nervios hasta convertirse en certeza, al menos durante los minutos que duraba la película. El miedo de los protagonistas, sus caras de terror, en primer plano, ese realismo que nunca antes habías visto, la cámara temblorosa, la oscuridad, los gritos, el difuso y tenebroso bosque en el que todo transcurría... después de experimentar la sensación de estar ahí mismo viviendo el horror, tenías además una docena de imágenes guardadas en la retina para tu próxima pesadilla».

Pablo Fernández - Equipo editorial

9. The Shining (El Resplandor)

«¿Existe una mejor combinación para una película de terror que una historia creada por Stephen King y la dirección del grandísimo Stanley Kubrick? Yo creo que no, y lo que genera The Shining en el espectador parece demostrar que esta fórmula creativa resultó perfecta.

El Resplandor tiene todos los elementos que construyen el escenario perfecto para una película de terror, un hotel gigantesco, aislado por la nieve del invierno, y Jack Nicholson con su mejor cara de desquiciado, interpretando a un escritor fracasado que se muda allí con su mujer y su hijo de 6 años, que tiene un amigo invisible que le de da ciertos datos no muy alejados de la realidad.

Las mejores escenas del cine de terror están en esa película: el niño recorriendo el hotel en su carrito cuando se le aparecen las mellizas asesinadas, Jack Torrance corriendo a su mujer con un hacha, la persecución en la noche en medio de la nieve, etcétera.

Seguramente ya vi esta película más de 5 o 6 veces, y cada vez que la vuelvo a ver, me enfrento a la terrible tensión que genera cada escena, a pesar de que ya se todo lo que va a ocurrir».

Tania Fernández - Equipo editorial

10. Orphan (La Huérfana)

«No soy una gran fanática de las películas de terror. Supongo que la sensación de miedo y ansiedad que generan no son sensaciones que encuentre placenteras. Las mejores que vi fueron más del tipo thriller psicológico y suspenso que películas de horror sobrenatural propiamente dicho y la que elegí para comentar es una que, por varios motivos, no puedo sacar de mi mente.

A simple vista Orphan parece una película de terror ordinaria, aburrida, previsible y sobreactuada, sin embargo, te mantiene todo el tiempo al borde de un ataque de nervios. Trata de una familia que adopta a una pequeña niña huérfana e intenta que se adapte a su nuevo hogar. Esther, la niña, parece adaptarse aunque es tímida y retraída, algo que, dada su situación, parece entendible. A poco avanza la película Esther comienza a protagonizar una serie de eventos deliberados, violentos y bastante sádicos. La pequeña hermana sordomuda es quien primero que descubre que algo está mal en Esther, y luego su madre y su hermano comienzan a desconfiar. El último en darse cuenta de la situación es el padre que, luego de ser seducido por su propia hija, finalmente entiende que Esther no está bien.

Hasta ahora todo muy previsible, ¿no? Seguramente Esther está poseída por algún espíritu maligno y para liberarse de él será necesario algún tipo de práctica religiosa o algo por el estilo. ¡Pero no! Esther no está poseída, sino que se trata de una mujer adulta de 33 años que sufre una extraña enfermedad que hizo que su cuerpo se mantenga como el de una niña pequeña.

Y he allí lo más sádico y aterrador de la película: la niña inocente que creías posiblemente poseída no es más que una enferma, asesina, sádica y psicópata. Seguramente no sea una una excelente película desde el punto de vista cinematográfico, pero a mí me resulta imposible quitarme algunas imágenes de la cabeza».

Lucía Yarzábal - Equipo editorial

11. Alien Abduction: Incident in Lake County (Secuestro de la familia McPherson)

«Difícil sería para cualquiera pensar hoy en una película capaz de atemorizarnos. El género posiblemente sea uno de los más maltratados y de los que, como tal, más dificultades enfrenta al momento de provocar el efecto deseado en la recepción. A menos que aún no se haya alcanzado el décimo cumpleaños, pocos realmente sentirían terror al ver una película contemporánea que tenga como fin ese cometido: todos sabemos lo que va a suceder, cómo y en qué momento, remitiendo la premisa necesariamente a nuestra niñez.

Me remonto entonces a los 9 años y el maldito día en que caí en la desgracia de ver Alien Abduction: Incident in Lake County o Secuestro de la familia McPherson, una de tantas traducciones al español. Quien haya nacido entre fines de los 80 y principio de los 90, seguro sabe de qué se trata: un falso documental que se nos presenta como la cinta encontrada en un extraño incidente en el que una familia entera desaparece producto de un secuestro alienígena.

Jamás me había provocado terror una película, no le temía a los fantasmas, ni a los monstruos ni a ninguno de esos personajes que asustaba a mis amigos, hasta que se presentó la posibilidad de que, como enseñaba esta filmación “100% real”, estos siniestros seres irrumpiesen en mi habitación por la noche para pararse junto a mi cama. Delgados, humanoides, cabezones e inexpresivos pero sin duda malintencionados. Podían entrar a la casa por cualquier parte, paralizar a mis padres para que no me escucharan gritar y hacer todo lo que quisieran, ni siquiera tenían que ocultarse, ¡eran unos jodidos aliens dominamentes!

Volví a verla de adulto. Un fiasco absoluto. Claro, igual ya era tarde. Nunca más pude ir de camping...».

Fernando Pino - Equipo editorial

12. Parents

«No, probablemente no sea reconocida como una película de terror y muchos crean que es muy mala. Pero te aseguro que a casi cualquier niño le resulta traumática, porque seguramente comiences a sospechar de la conducta de tus padres y te preguntes si realmente son las personas que siempre creíste. Y si se da el caso de que tu padre trabaja en la morgue, tu madre es la ama de casa que diligentemente prepara todas las noches una suculenta y jugosa carne roja para cenar, y comienzas a sospechar que esconden algo en el sótano, todo será peor.

Si aún no ataste cabos, entonces tendrás que echar un vistazo a esta película que parece ser la idílica postal del sueño americano de los años 50 que nos vendió Hollywood, pero atravesada por pesadillas, miedos infantiles y... rituales caníbales. Sí, lo sé, quizá sea sola una sátira, pero actúa Randy Quaid, uno de los tipos más dementes que puedes ver en la pantalla. Bon appetit».

Eduardo Hugalde - Equipo editorial

Como ves, quienes somos parte de Batanga Entretenimiento tenemos una infancia marcada por el cine de terror. Seguramente tú también, y si quieres compartir tus recuerdos con nosotros y toda la comunidad, para eso tenemos los comentarios. Sí allí abajo, pero un poco más arriba de la Tierra hueca.

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