Nicolás Maduro

Este sábado el Tribunal Supremo dio marcha atrás y restituyó poderes a la Asamblea Nacional de mayoría opositora tras dos fallos que la inhabilitaron. Sin embargo, el Poder Judicial ya había anulado muchas de sus competencias desde que fue elegida en 2015.

El máximo órgano de Justicia devuelve el poder legislativo que había asumido en un fallo de esta semana que la oposición consideraba un golpe de Estado.

Tras la presión externa, las fisuras del chavismo y las críticas de la fiscal general, el gobernante venezolano junto con otros poderes públicos exhortó al alto tribunal a revisar la sentencia que quitó las competencias al parlamento, lo que ha sido calificado por la oposición y por varios países y organizaciones internacionales como un golpe de estado.

La fiscal general, exministros de Hugo Chávez y aliados de siempre del oficialismo se desmarcan de la sentencia del Tribunal Supremo que anula a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.

En un discurso por televisión, un desafiante Nicolás Maduro defendió y apoyó la decisión del tribunal supremo de asumir las funciones del poder legislativo, y niega que exista un autogolpe, como dice la oposición. Pero no todos sus seguidores están de acuerdo. Además, la OEA anunció una reunión de emergencia para el lunes 3 de abril.

En medio de lo que la oposición venezolana llama golpe de estado, empiezan a notarse divisiones dentro del régimen de Nicolás Maduro. La fiscal general, quien era vista como parte del sistema chavista, criticó por inconstitucional la decisión de anular a la asamblea nacional. Las críticas y las protestas aumentan cada vez más.