El senador por Vermont dijo que se negaría a que el gobierno federal inyecte fondos en los sectores de la economía más afectados por la propagación del covid-19. Por su parte, el exvicepresidente defendió su posición a favor del rescate bancario del 2008, pero dijo que estaba de acuerdo con Sanders en que "alguien debería haber ido a la cárcel".

Ambos precandidatos ven necesario que se atienda a la comunidad trabajadora que en estos momentos no tiene los recursos para responder adecuadamente a la actual emergencia. Sin embargo, sus ideas de cómo hacerlo difieren ya que el exvicepresidente se centraría en llevar pruebas a lugares de cuidado de ancianos y escuelas, sin necesidad de blindar el país, mientras que el senador centraría sus esfuerzos en auxiliar a desamparados y carcelarios ya que “siempre son olvidados”, según él.

Los precandidatos a la nominación demócratas se refirieron a las herramientas que utilizarían para combatir la pandemia si en este momento estuvieran el lugar de Trump. Mientras Sanders se centra en la importancia de “responder firmemente” a los efectos del virus, Biden dice que todos los miembros del ejército deben estar capacitados para dar la ayuda que se necesita para contrarrestar la emergencia nacional.

En medio del debate en Washington DC, el exvicepresidente aseguró que al tratarse de una crisis de salud nacional se debe decretar una ley que garantice que todos los pacientes sean atendidos gratuitamente. Por otro lado, el senador por Vermont hizo alusión a que el país no está preparado para responder al virus porque no hay establecido un Medicare para todos, lo que sería clave, según él, para frenar su propagación.

El evento, que se realiza en los estudios de CNN en Washington DC, ocurre mientras Estados Unidos se encuentra en emergencia nacional por la propagación del covid-19. Ambos aspirantes a la nominación demócrata coincidieron en que las personas contagiadas y las empresas pequeñas necesitan recibir ayuda económica inmediata.

Varios estados han tomado la decisión de cerrar sus planteles educativos debido a la crisis de salud pública. Esto trae muchos desafíos y no solo académicos, ya que millones de estudiantes dependen de los almuerzos escolares. Cada día se distribuyen más de 20 millones de forma gratuita.