Autoridades de Los Ángeles capturaron a María Ávalos como presunta responsable del asesinato de su hija Mía González, de 4 años. Los detectives a cargo del caso señalan que la mujer mató a la pequeña y la dejó al interior de un auto en una calle en el este de la ciudad. El padre de la menor asegura que tenía problemas con la mujer. Te puede interesar: Adulto mayor confiesa que mató a su esposa y a sus tres hijas: todo ocurrió frente a su otro hijo de 19 años

El 18 de enero, a las 2:30 p.m., Ali Zacharias almorzaba junto a su "hijo" Onix, un perro de raza french bulldog, a las afueras del Whole Foods que ubica entre la avenida Grand y la calle 8, en el centro de Los Ángeles. Una mujer afroestadounidense se les acercó, llamó la atención de Onix y se lo llevó. La dueña pidió que se lo regresara, pero la mujer la ignoró y subió a un Kia Forte blanco. Ali Zacharias se aferró al cofre del auto, pero en una curva, cayó al pavimiento.

Casi una semana después, el Alguacil del condado de San Bernardino ofrece detalles de los arrestos en el caso. Además, se informan los nombres de algunas de las víctimas.

Sin ofrecer detalles aún sobre las víctimas y el motivo de su asesinato, el Departamento del Alguacil del Condado de San Bernardino confirmó este lunes que ya ejecutó "arrestos" en conexión a las muertes de seis personas, cuyos cuerpos fueron descubiertos entre el martes y el miércoles pasado.

El domingo 21 de enero, a las 11:00 de la mañana, Lexus Gutiérrez estaba sentada adentro del auto de un amigo, al frente de su casa, en la cuadra 600 de la calle Humphreys, al sur. Su amigo ocupaba el asiento del conductor, ella, el del pasajero delantero y había otro pasajero atrás. De pronto, un auto pasó y les disparó múltiples veces. Una de las esas balas impactó a Lexus en la cabeza, siendo la única víctima fatal, a sus 22 años. Su familia pide al responsable de su muerte que se entregue.

Este domingo, la policía de Los Ángeles incautó 30 autos y realizó varios arrestos durante una intervención en el puente de la calle 6, en Boyle Heights. Había en el lugar un espectáculo ilegal de carreras clandestinas, arrancones y piruetas cuando los oficiales llegaron a poner orden. No se trató de la única intervención de ese tipo en Los Ángeles durante el fin de semana.