Más de 1,000 monjas y 4,500 activistas religiosos visitaron el Congreso de Estados Unidos y exigieron la reducción presupuestaria para los centros de detención de inmigrantes. Además, pidieron reducir lo que ellos llaman "militarización de la frontera".

El joven denunció que a pesar de haber ido a la iglesia pidiendo un trabajo honesto, el cura le ofreció dinero a cambio de sexo.

Los obispos del país han cuestionado particularmente la política de separación familiar y la manera en que son tratados los niños. También están en contra de que se cancele el TPS, se restrinja el número de refugiados, los cambios en la ley de asilo y que se suspenda la ayuda a Centroamérica. Según ellos, estas medidas solo originarían más pobreza e inmigración. Tras las críticas de este sector religioso, surge el cuestionamiento si provocarán un voto de castigo de los católicos hacia Trump.

Naason Joaquín García fue acusado de al menos 26 delitos graves, y está bajo custodia sin fianza. Sin embargo, tras tres meses de apelaciones y testimonios de testigos, a la fecha los fiscales no han presentado las evidencias, que aseguran, incriminan al líder religioso.

Durante al menos seis años una congregación cristiana retuvo ilegalmente a varias personas sin hogar para robar sus beneficios del gobierno y forzarlas a mendigar en las calles de California, asegura la Fiscalía. Doce miembros del grupo religioso fueron arrestados y enfrentan una condena de hasta 80 años de cárcel.

Según documentos judiciales, los líderes utilizaron a personas sin hogar, y muchas veces drogadictos, como mano de obra forzada, encerrándolas en hogares colectivos y obligándolas a mendigar hasta nueve horas al día, seis días a la semana. Atraían a los afectados con la promesa de ayudarles y rehabilitarlos.