Con su capítulo 12, The Choice, finalizó Homeland. Lamentablemente, esta season finale no estuvo a la altura de la primera temporada (la excelente Marine One) ni estuvo a la altura de las mejores entregas de esta segunda.

Con el polémico nombre de The Motherfucker With A Turban (luego renombrado In Memorian), los autores de Homeland concibieron un episodio que perfectamente podría ser la season finale. Pero no, aún resta el episodio 12 para que esta excelente temporada culmine. Y seguramente algo grande se está gestando ya que está confirmada una tercera.

Más que “corazones rotos” (Broken Hearts) la última emisión de Homeland debería haberse titulado “corazones paralizados”. Cualquier seguidor de la serie debe aceptar que este capítulo fue sin dudas el más angustioso en lo que va de la segunda temporada.

"Hasta que no estemos seguros, todo el mundo es un terrorista" dispara Saul (Mandy Patinkin) en una de la escenas más intensas de Two Hats. A solo tres capítulos del final de temporada, Homeland entregó uno de los mejores episodios del año. Cambiando el tono intimista que venía ofreciendo en los últimos tiempos, en Two Hats todo es accionar y espionaje.

Para comenzar tenemos que saber que I'll Fly Away está dirigido por Michael Cuesta, uno de los cerebros detrás de Homeland. Es el director de varios capítulos de la serie, entre ellos del célebre The Weekend, aquel episodio en el cual Carrie y Brody escapan a una aislada cabaña para pasar un intenso fin de semana de sexo y confesiones. A partir de entonces, la relación entre los dos personajes se volvió terriblemente íntima.

Un capítulo atípico en Homeland. La sensación luego de finalizar el visionado de The Clearing es de que no pasó nada. Pero se trató del clásico episodio de transición, la calma después de la tormenta que fueron las seis entregas anteriores. Y es que era necesario.