El ejército afirmó haber asestado un duro golpe a grupos armados en el campamento de refugiados de Yenín, en una operación que implicó varios ataques aéreos y una gran movilización de tropas por tierra, y que dejó un amplio rastro de destrucción. Al menos 13 palestinos y un soldado israelí murieron y miles tuvieron que abandonar sus casas y buscar refugio.

Un hombre que según la policía israelí pertenecía al grupo Hamas entró con su vehículo a una parada de autobuses en el norte de Tel Aviv y luego comenzó a apuñalar personas hasta que fue reducido por un civil. El incidente ocurre un días después de una gigantesca incursión militar israelí en la Cisjordania ocupada.

La ofensiva bélica israelí responde a una serie de ataques palestinos contra colonos israelíes y constituye la mayor operación militar en el territorio palestino durante más de un año de enfrentamientos y una de las más grandes llevadas a cabo por fuerzas israelitas en el área.

Israel atacó este viernes objetivos en el sur de Líbano y reanudó su ofensiva en la Franja de Gaza, tras la ronda de cohetes lanzados hacia Israel luego de los incidentes violentos de esta semana en una mezquita de Jerusalén. La escalada ocurre justo cuando se celebra la Pascua judía y el mes sagrado del ramadán musulman.

Funcionarios palestinos informaron que las fuerzas armadas israelíes mataron a por lo menos nueve personas, entre ellas una mujer de 61 años, durante una redada en Yenín, en Cisjordania. Dos cohetes fueron lanzados desde Gaza e Israel respondió con ataques aéreos.

Los ataques aéreos tuvieron como objetivo instalaciones utilizadas por milicianos de Hamas para sus reuniones. De momento no se reportaron víctimas. En respuesta a una provocadora marcha de ultranacionalistas judíos los palestinos habían respondido el martes lanzando globos incendiarios hacia territorio israelí.