La esposa del príncipe Harry, Meghan Markle, no pudo estar de manera presencial en el funeral del príncipe Philip, pero tuvo un detalle con una nota caligrafiada colocada a unos pies del féretro.

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Para asistir al funeral del duque de Edimburgo, Kate Middleton eligió un vestido negro que usó en 2018 y costó 2,200 dólares, sus accesorios fueron unos aretes y un collar de perlas de la colección de la reina Isabel II que su difunta suegra, la princesa Diana, utilizó en 1982.

Todos los ojos estaban puestos hoy en la interacción del príncipe Harry con los miembros de la familia real británica más cercanos, sobre todo con su único hermano, con quien no se le había visto desde hace más de un año ni, por tanto, después de la polémica entrevista con Oprah Winfrey.

El príncipe Carlos, heredero al trono, y padre de los príncipes William y Harry, encabezó la procesión de 15 miembros de la Familia Real que acompañaron al féretro hasta su última morada, en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a donde llegó en un Land Rover que el propio Felipe ayudó a diseñar.

Las restricciones de movilidad que impone la pandemia del coronavirus han provocado que solo un grupo muy reducido de invitados acudan a la despedida oficial del duque de Edimburgo: los miembros más cercanos de la familia real británica acompañarán a Isabel II.

El féretro del esposo de la reina Isabel II fue trasladado en un Land Rover que diseñó, seguido por un cortejo de la familia real. La ceremonia tuvo solo 30 invitados para respetar las restricciones por la pandemia de covid-19.