Algunos lo aman y otros le escapan. Lo cierto es que esta estrella gigante contiene combustible suficiente como para continuar otros cinco mil millones de años. Nosotros habitamos muy cerca del sol, por lo cual estamos continuamente expuestos a la radiación UV, la cual resulta ser una fuente rica en vitamina D. Si bien tanta exposición puede resultar contraproducente, también puede ser beneficiosa, y es por eso que hablaremos de las 7 razones para amar el sol.

Sí, se podría ser adicto al sol –al menos, así lo sugirió un estudio publicado en la revista Cell–. Aunque lo cierto es que no todos los científicos están de acuerdo en etiquetar a la dependencia al sol como una “adicción”...

El sol fue el dios de las más antiguas civilizaciones. Y lo sigue siendo; de hecho, es muy probable que nunca antes en la historia de la humanidad se haya venerado así a una persona “acariciada por los rayos del astro rey”. O, desde una perspectiva más realista y menos poética, nunca se ha admirado tanto como ahora a las personas achicharradas por la radiación solar.

El verano es la estación más esperada del año para muchas de nosotras. Al fin llegaron las musculosas, sandalias, vestidos y polleras. Le decimos chau (¡por fin!) a los abrigos y le damos una cálida bienvenida al sol. ¡Qué lindo es el verano!

Los carotenoides favorecen la creación de melanina, y la melanina nos ayuda a broncear –es el pigmento que define nuestro color de piel, y el bronceado es una técnica para protegerla de los rayos solares–. La reina de los carotenoides es la zanahoria.

El cuidado de la piel expuesta al sol debería reforzarse con el fin de evitar complicaciones y quemaduras, especialmente si se tiene una piel blanca. Los remedios caseros a base de productos naturales que protegen contra el daño solar ayudan a aliviar las quemaduras.