Las autoridades recibieron una llamada de alerta sobre una adolescente que trabajaba como “bailarina exótica” en un club de striptease en Fort Mohave.

Por una década, Lawrence V. Ray controló a un grupo de jóvenes a quienes conoció al mudarse a un dormitorio en el Sarah Lawrence College, donde su hija estudiaba. Tras ganarse su confianza las comenzó a explotar sexualmente y las extorsionó por millones de dólares.

Sus abusos comenzaron en el 2010, cuando su hija y sus amigas cursaban el segundo año en esa universidad, y él comenzó a ganarse su confianza, llegando a organizar incluso “sesiones de terapia”.

El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas escribió una carta al gobernador que no hubo abuso sexual ni trata de personas en el centro. Sin embargo, destacó que en el refugio sí ocurrieron dos incidentes de mala conducta.

De acuerdo con informes, siete niñas, de 11 a 17 años, sufrieron abusos por nueve personas vinculadas a las instalaciones. Las niñas permanecieron en el centro durante más de un mes después de que se denunciara el abuso.

Clinton McKee pertenecía al Departamento de Bomberos de Sandy desde 2007 y en el 2013 fue nombrado bombero del año. La Fiscalía le negó el derecho a fianza.