Al menos 1,000 estudiantes de 30 instituciones educativas del condado participaron en una iniciativa en la que tuvieron que superar diversas pruebas deportivas durante seis semanas y este viernes recibieron un reconocimiento por haberlo logrado. El superintendente Alberto Carvalho resaltó la importancia de este tipo de programas.

Esta iniciativa busca que los pequeños estudien tres horas diarias, aprendan temas básicos de áreas como matemáticas y ciencia, y así estén preparados para el kindergarten. Algunos de los requisitos son que el niño haya cumplido 4 años de edad para el 1 de septiembre y que se presente una prueba de que reside en Florida. No se exige un estatus migratorio específico.

El superintendente escolar Kent Scribner anunció que los niños que asisten a esta primaria ya no irán a la secundaria de buen desempeño académico que les correspondía sino a otra. "Sentimos que no nos escucharon", "creemos que es discriminación", son algunas reacciones de los padres de familia que están molestos con la decisión.

La experiencia funciona como una especie de búsqueda de tesoros dentro del supermercado, en la que los pequeños son motivados a encontrar una serie de personajes y entablar conversaciones con los adultos que los acompañan.

Un grupo de alumnos de bajos recursos exigen a la legislatura estatal aumentar el presupuesto para las iniciativas de ayuda académica que les han permitido a cientos de estudiantes ser la primera generación de su familia en ir a la universidad.

Los ciudadanos podrán votar próximamente por la posibilidad de asignar 15,000 millones de dólares para la reconstrucción y modernización de las instituciones del estado. $9,000 millones estarían destinados a escuelas preescolares, primarias y secundarias, y los otros $6,000 millones a colegios comunitarios y universidades públicas.