Tres historias muestran cómo las deportaciones quizás no sirvan para sacar grandes cantidades de indocumentados del país, pero siembran el temor entre los inmigrantes.

Disidentes del presidente rociaron gas pimienta a la organizadora de la movilización de simpatizantes en Hampton Beach. A pesar de los hechos, la manifestación continuó.

La manifestante Maribel Mendoza expresó que hispanos e inmigrantes se siente amenazados y agregó que necesitan el apoyo de las autoridades. Estela Vara, quien también participó en la movilización, dijo que la comunidad debe sentirse segura.

Roger Castaño manifestó que se debe hacer un ajuste a Nicaraguan Adjustment and Central American Relief Act o Ajuste Nicaragüense y Ley de Alivio Centroamericano (NACARA) para permitir que nicaragüenses indocumentados en Estados Unidos puedan tener una protección temporal.

La compañía asegura que está siendo auditada por autoridades de inmigración pero la petición ha causado mucha preocupación entre la comunidad inmigrante.

Empleados y clientes del restaurante Eddie's Steak, cuyo propietario es Beristain, manifestaron que él sirve a la gente. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) comunicó que el hombre violó una orden voluntaria y esta se convirtió en una de repatriación.