Mucho se ha hablado de si es beneficioso castigar o no a los hijos. Estamos de acuerdo con que los golpes no conducen a nada, pero a veces es necesario enseñar de una forma más dura, siendo el castigo fundamental en ese proceso. El punto está en aprender a castigar, en hacerlo de manera efectiva y en EntrePadres te mostramos cómo hacerlo.

La disciplina es una parte importante de la crianza de los hijos, donde se les debe enseñar a cumplir y respetar reglas, ya que en la sociedad y en el mundo hay muchas de ellas y tenemos que aprender a seguirlas. Algunos hijos responden más fácilmente que otros a lo que le dicen los padres, y en algunos casos puede ser todo un reto lograr que un hijo obedezca. El problema mayor se da cuando los padres no se ponen de acuerdo en las normas que le darán a sus hijos, desautorizándose entre ellos y dejando el espacio para que el hijo aproveche para crear sus propias reglas.

De alguna manera todos hemos presenciado a un niño que escucha una palabrota en algún lado y la repite frente a sus parientes o amigos. Los padres, en este tipo de situaciones, suelen alarmarse y regañan al menor tratando de que no vuelva a repetirlo. Lamentablemente, el hecho ocurre una y otra vez, provocando la risa de otros niños y el desagrado de los adultos.

Es muy común, debido a que los niños juegan mucho afuera en el jardín, que puedan sufrir de picaduras de insectos. Sobre todo durante la primavera y el verano en donde abundan más, sumado a la poca ropa con la que andan los pequeños. Para que puedan saber cómo actuar frente a las picaduras de insectos en niños les vamos a dar algunos consejos muy útiles.

Más allá de la creencia religiosa que cada persona profese, los seres humanos tenemos un mundo espiritual sumamente importante para nuestra vida. Este hecho nos hace responsables de educar en los hijos diversos valores que enriquezcan su espíritu y los hagan personas especiales.

La paternidad puede implicar una gran tensión en cualquier matrimonio, ya que la pareja deja de ser el centro de atención debido a que los hijos requieren mucho tiempo y amor de los padres.