Notificaciones constantes, invitaciones a eventos, bombardeo de información, fotos de tus amigos en las últimas vacaciones, programas de televisión tratando de captar tu atención. Esto es una pequeña parte de todo aquello a lo que estamos expuestos en el día.

Pasas noches dando vueltas en la cama una y otra vez esperando que el sueño te alcance... pero eso no sucede. Tus días son agotadores, y la cafeína y la comida chatarra no le hacen efecto a tu cuerpo que lo único que desea es una siesta…

La tecnología avanza a pasos agigantados y no es raro encontrar aplicaciones para el móvil que hacen lo que sea. Seguro que navegando dentro del Playstore de Android o de los iTunes de Apple encontraste miles de apps que pensaste que aún no se habían inventado.

Gracias a los nuevos estudios científicos la cura a diversos trastornos está más cerca que nunca, un claro ejemplo son los que tienen que ver con la dificultad de conciliar el sueño.

Las últimas semanas me ha estado pasando algo completamente irritante: llegaba muy, pero muy cansada a la cama, ¡y resulta que no podía dormir! Y luego me di cuenta de que se debía al estrés: iba a acostarme pensando en un millón de problemas y eso me impedía conciliar el sueño.

Establecer una rutina una semana antes de retomarlo, y conseguir mantenerla. Establecer una hora para irse a la cama y una hora para levantarse, y respetarlas. Si no os obligáis a ir a la cama a una hora determinada, se corre el riesgo de estar enganchado a internet hasta las 3 de la mañana. También es importante forzarse a levantarse por la mañana, aunque esto suponga alguna dificultad el primer día de la rutina, y os hayáis costado tarde la víspera.