Evo Morales arribó este martes a Ciudad de México luego de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le concediera asilo político por considerar que la vida del renunciante presidente de Bolivia corría "riesgo" en su país. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, indicó qué países rechazaron que la aeronave recargara combustible o, incluso, pasara por su espacio aéreo.

A su llegada a la capital mexicana, Morales le agradeció al gobierno por recibirlo a él y a otros funcionarios y por "salvarle la vida".

Los senadores Marco Rubio y Rick Scott, junto al congresista Mario Díaz-Balart y el embajador Carlos Vecchio, fueron algunas de las personalidades que hicieron parte de la actividad denominada ‘Socialismo, la destrucción de la democracia” y cuyo objetivo fue hacer énfasis en la actual situación del país suramericano y los efectos que traerá la renuncia de Evo Morales en Bolivia.

Al llegar a México, el expresidente de Bolivia se dirigió a la prensa y habló sobre un golpe político cívico al que se sumó la policía nacional de su país. También aseguró que saquearon varias de sus propiedades y que su decisión evitó más enfrentamientos de sangre.

El avión de la Fuerza Aérea Mexicana en el que viajó Morales llegó al aeropuerto Benito Juárez de la capital mexicana cerca de las 11:15 de la mañana (hora local). Salió de la aeronave saludando junto a su exvicepresidente, Álvaro García. Allí fue esperado al pie de la escalera por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien previamente en la mañana relató la odisea en la que se convirtió el viaje de Morales hasta su país.

Para que Jeanine Áñez pueda encabezar un gobierno de transición en el país sudamericano necesita el apoyo de los integrantes del Movimiento al Socialismo, el partido político que tenía al líder cocalero en el poder, y quienes son la mayoría en el Parlamento.