En 2017, la madre de un recién nacido publicó en sus redes sociales una foto que se volvió viral: una imagen de su bebé sosteniendo el dispositivo intrauterino (DIU) que debería haber prevenido el embarazo. En el texto que acompañaba la famosa imagen se leía: «¡Mirena no funcionó!». (Mirena es uno de los varios tipos de DIU hormonales comercializados en la actualidad.)

Si la usas bien, la píldora anticonceptiva te ofrece un 99 % de protección contra embarazos. En teoría, solo el 1 % de las mujeres que la utilizan quedarían embarazadas cada año. Sin embargo, en la práctica, la efectividad de la píldora se reduce a un 91 %, de acuerdo a Planned Parenthood. Este valor disminuiría mucho más si olvidas 5 pastillas al mes, como se afirma que sucede con la mayoría de las mujeres, según la BBC. En un período de 10 años, tendrías más posibilidades de quedar embarazada que de no quedar.

El implante anticonceptivo es un método ideal para quienes no gustan de la responsabilidad de acordarse de tomar la píldora diariamente. Es más eficaz que otros anticonceptivos populares como el dispositivo intrauterino (DIU), ligadura o vasectomía, tiene larga duración y posee efectos colaterales reducidos.

Las pastillas anticonceptivas tienen un 98 % de efectividad para la prevención de embarazos, de acuerdo al IMSS de México. Cada pastilla contiene la cantidad suficiente de hormonas para que no se produzca la concepción, pues suprime la ovulación, espesa el moco cervical e impide que el esperma atraviese el cuello del útero.

La doctora Christine Masterson, jefa de la línea de servicios para mujeres y niños de Summit Medical Group en Nueva Jersey, Estados Unidos, nos explica qué puede suceder en tu cuerpo si tomas pastillas anticonceptivas.

Tomar píldoras anticonceptivas es sinónimo, entre otras cosas, de tener control sobre el período menstrual. Saber cuándo esperar por el sangrado es una ventaja para las mujeres a las que les gusta programar todo, y puede ayudar a evitar algunas situaciones incómodas.