«Se estima que 140 millones de mujeres alrededor del mundo utilizan algún método anticonceptivo hormonal», reza el encabezado de un estudio danés publicado en The New England Journal of Medicine, que descubrió un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama entre las mujeres que toman la píldora.
La píldora podría aumentar el riesgo de cáncer de mama: así lo sugiere un nuevo estudio

Si bien se había encontrado una conexión entre los anticonceptivos y el cáncer de mama hace muchos años, este es el primer estudio en encontrar resultados tan consistentes en una población tan grande.

No es una cifra pequeña
Investigando a 1,8 millones de mujeres danesas durante diez años, el nuevo estudio estimó que cada 100 mil mujeres se agregan 13 casos nuevos de cáncer de mama al año por uso de métodos anticonceptivos hormonales. Eso significa que cada 100 mil mujeres que toman (o tomaron) la píldora, aparecen 68 casos cada año, comparados con los 55 que ocurren entre quienes que no la toman.
«Es [un número] pequeño pero medible, y si sumas los millones de personas tomando la píldora, es una preocupación significativa para la salud pública», dice Marisa Weiss, oncóloga y fundadora del sitio breastcancer.org, que no estuvo involucrada en el estudio, para The New York Times.
El estudio, sin embargo, estuvo limitado por el desconocimiento de determinados factores: edad de la primera menstruación, nivel de actividad física, lactancia y consumo de alcohol, otros posibles factores de riesgo.
De todos modos, los resultados son consistentes debido a que el riesgo aumenta según la cantidad de años que haya sido utilizada la píldora, lo que sugiere que la relación entre las dos variables es causal. Por eso, los investigadores concluyeron que el riesgo de desarrollar cáncer aumenta con la edad.

Los anticonceptivos de ahora y de antes
Muchas mujeres creen que los métodos anticonceptivos usados por sus madres o abuelas las ponían más en riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades, ya que contenían mayor cantidad de hormonas. Aunque esto es cierto, el hecho de que los anticonceptivos actuales aporten menos hormonas no disminuye la probabilidad de desencadenar un cáncer de mama a futuro, según este estudio.
«Este es un estudio importante porque no teníamos idea de qué diferencias había entre píldoras actuales y las antiguas en términos de riesgo de cáncer de mama, y tampoco sabíamos nada sobre los dispositivos intrauterinos», agrega Weiss. «Los ginecólogos simplemente supusieron que una dosis menor de hormonas significaba un riesgo menor de cáncer. Pero el mismo riesgo elevado está ahí».
El nuevo estudio demostró que el riesgo elevado sigue siendo el mismo que el que se había encontrado con las primeras píldoras, que circulaban en los años 70 y 80. «Realmente esperábamos encontrar un riesgo menor porque hoy tenemos dosis menores de estrógeno en los anticonceptivos, y fue sorprendente encontrar esta asociación», dice Lina S. Mørch, investigadora de la Universidad de Copenhague y autora principal de este estudio.
Lo que realmente sorprendió a los investigadores fue que el aumento en el riesgo de cáncer no es exclusivo de las mujeres que toman la píldora, sino que también afecta a aquellas que tienen un dispositivo intrauterino hormonal que libera solamente progestina y no estrógenos. Esto sugiere que la progestina puede ser la causante del riesgo elevado de cáncer de mama.

La píldora: ¿mala o buena?
Hay beneficios de usar métodos anticonceptivos hormonales, además de evitar embarazos no deseados: están asociados con una reducción del riesgo de cáncer de ovario, de endometrio y posiblemente de cánceres colorrectales.
Aunque los expertos reconocen que puede haber una relación entre la píldora y el riesgo de cáncer, se recomienda que las mujeres consulten al médico antes de cambiar de método. «Nada está libre de riesgo, y los anticonceptivos hormonales no son una excepción a esa regla», dijo Øjvind Lidegaard, autor del estudio. El experto sugiere que los médicos se tomen el tiempo de discutir las ventajas y desventajas de los diferentes tipos de anticonceptivos con sus pacientes, además de ser sinceros sobre sus potenciales riesgos.
De acuerdo al periódico, el American College of Obstetricians and Gynecologists defiende la píldora y los demás métodos hormonales como «de las opciones disponibles más seguras, efectivas y accesibles».
Pero esta opinión se encuentra con otras. Ya que el riesgo aumenta con la edad, Weiss sugiere que las mujeres mayores consideren cambiar a un método anticonceptivo sin hormonas, como un diafragma, un DIU sin hormonas, o preservativos: «No es como si no tuvieras elección: ¿por qué no elegir otra opción?».
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