Un peculiar experimento "científico" con 24 aves de corral en el jardín de un edificio residencial en Inwood ha desatado una batalla vecinal. Mientras algunos encuentran nostalgia rural, otros viven un "infierno" urbano.

Un criadero de gallos y gallinas, ubicado en el antiguo jardín de un edificio, es motivo de polémica y discordia entre habitantes de Inwood, en el Alto Manhattan. Aunque algunos dicen que es un deleite poder ver a los animales corriendo y cantando en el corral, otros aseguran que es un “infierno” porque generan demasiado ruido. El dueño de las aves asegura que no son para comer ni para eventos de peleas, sino para un experimento científico.

Vecinos al norte de Houston denunciaron a Lakesha Laquesha Neal, de 43 años, por torturar a dos perros hasta hacerlos vomitar. Alan Rosen, jefe del precinto 1 del condado de Harris, aseguró que Lakesha “lo estaba estrangulando, golpeando y pateando” e incluso casi le saca los ojos. Además, se conoció que la mujer tenía más arrestos, uno de ellos por abandonar a un menor.

La policía cerró el Causeway por más de dos horas mientras negociaban con el sospechoso, quien afirmaba estar armado y querer hacerse daño. El sospechoso fue arrestado sin incidentes y enfrenta cargos por crueldad animal agravada, con una posible multa de hasta $10,000 y fianza de $12,500.

Miembros de la comunidad hicieron público un video en que se ve a un hombre persiguiendo a dos perros, en un supuesto caso de falta de responsabilidad con el cuidado de sus mascotas. Y es que vecinos aseguran que el individuo tiene un largo historial con el Servicio de Control Animal, pues al parecer se le han perdido y muerto varios animales, incluyendo conejos y gatos. Autoridades dicen que es necesario investigar en los registros públicos para constatar si son ciertas tales acusaciones.

La policía de Houston investiga la muerte de una mujer de 65 años que fue encontrada en el interior de una vivienda ubicada en la calle Wayside Village, al noroeste de la ciudad. De acuerdo con el reporte, la víctima fue atacada por tres perros que entraron a su propiedad por la cerca trasera de la casa. El dueño de los animales dijo que no se dio cuenta de los ataques, pero llamó al 911 cuando lo notó.