El índice de acciones Dow Jones cerró este martes en un nuevo máximo histórico muy cercano a los 20,000 puntos, en momentos en que Wall Street sigue viendo con optimismo los planes del presidente electo, Donald Trump, de suavizar las regulaciones bancarias y elevar el gasto de infraestructura.
A Wall Street le entusiasma Donald Trump: el Dow Jones toca de nuevo un máximo histórico cercano a los 20,000 puntos
Tras la turbulencia en los mercados antes de los comicios del 8 de noviembre, los índices accionarios han subido debido a que los analistas esperan que los planes del presidente electo de suavizar las regulaciones y elevar el gasto en infraestructura impulsen la economía.

Para analistas, eso podría impulsar el crecimiento de la mayor economía del mundo. Pese a que un día antes de las elecciones centraban su atención en los potenciales roces diplomáticos, problemas en el comercio mundial e incertidumbre que traerían una presidencia del republicano.
El 9 de noviembre, ni bien sonó el tradicional campanazo que da inicio a la jornada del mercado, los principales índices accionarios de la Bolsa de Nueva York comenzaron a subir a pesar de que consultoras como Oxford Economics estimaron (poco antes de las elecciones) que una presidencia de Trump le costaría 1 billón de dólares (1 trillón estadounidense) a la economía de EEUU para el 2021. El Dow Jones ha trepado cerca de un 10% desde entonces y cerró la jornada a 19,974.62 puntos.
Te resumimos los tres factores que más han incidido en el alza del Dow Jones (según analistas):
¿Menos regulaciones, más ganancias para los bancos?
Aunque no ha dado mayores detalles y falta por ver cómo el empresario pone en práctica sus propuestas electorales, como una relajación de las regulaciones financieras, el mercado las ha interpretado como positivas porque podrían permitir que las instituciones financieras obtengan mayores ganancias.
La primera ley que estaría en su mira es la conocida como Dodd-Frank, creada en 2010 después de la debacle financiera que llevó a la economía de Estados Unidos a su peor punto desde la Gran Depresión. " Dodd-Frank ha hecho imposible que los bancos puedan operar (...) Hace muy difícil que los bancos puedan prestar dinero a la gente para crear empleos (...) eso debe parar", dijo en una entrevista con Reuters en mayo.
El objetivo de esta norma es que los bancos no dependan tanto de la deuda para sostenerse, tras la caída de pesos pesados como Lehman Brothers. También creó la oficina de protección financiera para el consumidor ( Consumer Financial Protection Bureau), que vela porque no sean víctimas de productos financieros como las hipotecas de alto riesgo y altos intereses que cientos de personas dejaron de pagar.
Para los jugadores del mercado, el plan de modificar esta ley "beneficiaría a los consumidores y a la economía", como consideró una portavoz del grupo de la industria financiera Financial Services Roundtable consultada por Reuters. Pero para quienes velan por los derechos de los consumidores, esto sería como una cachetada para los que sufrieron en carne propia la crisis del 2008.
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Más gasto en infraestructura
Lo que se traduce en una inyección de dinero que ponga a correr más rápido la economía. Para ser exactos, Trump piensa poner en marcha un plan de infraestructura de 1 billón de dólares en un período de 10 años.
"Las inversiones en infraestructura fortalecen nuestra economía, hacen que Estados Unidos sea más competitivo, crean millones de empleos, elevan los salarios para los trabajadores estadounidense y reducen el costo de los bienes y servicios para los consumidores", se lee en el plan inicial del presidente electo.
Y como habitualmente pasa en estos casos, una cosa lleva a la otra, más dinero en los bolsillos de los consumidores lleva a un mayor dinamismo de las industrias y a un mejor desempeño de la economía. Y si a la economía le va bien, a Wall Street le suele ir bien.
Obama deja una economía sólida
Eso nos lleva a este último punto. A pesar de sus críticas a las políticas económicas de su antecesor, Trump heredará del presidente Barack Obama condiciones favorables con un crecimiento del 3.2% en el tercer trimestre de este año (la tasa más alta en dos años) y una tasa de desempleo del 4.6% en noviembre (la más baja en nueve años).
Pero la subida del mercado podría tener corta vida si a Trump se le dificulta cumplir sus promesas. Algunos analistas también han advertido que el alza ha ido demasiado lejos, por lo que podría haber una liquidación de acciones por parte de aquellos que quieran tomar ganancias.









