En EEUU 9,282 trabajadores de la salud se contagiaron del covid-19, según un informe publicado el martes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un total de 27 fallecieron a causa de la enfermedad.
Los CDC reportan que al menos 9,282 trabajadores de salud se contagiaron por el virus y 27 de ellos fallecieron
El informe se produce un día después de que la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud informara que los hospitales enfrentaban escasez de equipos de protección como máscaras N95, máscaras quirúrgicas, protectores faciales, batas y guantes.


Según el reporte, el 10% de los trabajadores de salud fueron hospitalizados, a diferencia de la proporción del resto de la población, que normalmente requiere el ingreso hospitalario del 21% al 31% de los casos. El informe también indica que de los 27 fallecidos, menos de la mitad tenían 65 años o más.
Los CDC reconocieron que los hallazgos del informe subestiman el número de casos entre los trabajadores de la salud debido a informes desiguales en todo el país. Mientras que en algunos estados solo el 3% de los pacientes con covid-19 eran personal de atención médica, el número estaba más cerca del 11% en aquellos estados que prepararon informes más completos.
El informe de los CDC se suma a la creciente preocupación por la salud y la seguridad del personal de hospitales, que trabaja en la primera línea de la pandemia, en algunos casos sin el equipo de protección necesario.
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El informe se publica un día después de que la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU informara que los hospitales enfrentaban escasez de equipos como máscaras N95, máscaras quirúrgicas, protectores faciales, batas y guantes. La escasez fue tan grave que algunos hospitales estaban experimentando con equipo médico, respiradores, máscaras de tela y batas hechas a mano, informó el inspector general.
Infectada y obligada al aislamiento
Una de las enfermeras infectadas con el covid-19 es Ramona Moll, de 48 años, quien dijo a Univision Noticias que desde el 18 de marzo se encuentra en aislamiento en su hogar de Sacramento, California.
“Yo trabajo en la sala de emergencias del hospital UC Davis Medical Center, pero no sabía que algunos pacientes ya estaban infectados porque no había kits de pruebas”, dijo. “Nosotros, hacíamos una valoración de los pacientes, de acuerdo como se presentaban los síntomas; algunos después daban positivo, porque de inicio eran asintomáticos, pero no había un protocolo ni una manera rápida de identificar a quienes estaban enfermos”.
Declaró que ella atendía a los pacientes equipada solamente con su uniforme y una mascarilla quirúrgica, pero no una máscara N95.
“Cuando empezó la epidemia, antes que se declarara pandemia en el hospital nos quitaron las mascarillas del piso de urgencias, se las llevaron y las escondieron, pero nosotros no podíamos utilizarlas”, dijo. “Eso fue criminal; luego nos dieron unas mascarillas quirúrgicas, pero esas no ofrecen ningún tipo de protección, porque si toses, protege a los demás, pero a ti no”.
Edwin García, portavoz de UC Davis Medical Center dijo a Univision Noticias que el hospital “tiene suficiente equipo de protección personal (PPE)”.
“Hemos revisado nuestro almacén de PPE, específicamente máscaras, después de unas instancias de robo, así que ahora mantenemos el equipo más seguro, pero absolutamente disponible para el uso apropiado de nuestro equipo clínico de atención a los pacientes”.
Añadió que el personal del hospital, incluyendo las enfermeras, “siempre tienen acceso a mascarillas y otro equipo necesario para protegerse cuando su uso sea clínicamente apropiado en y para su trabajo”.
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La Asociación Estadounidense de Hospitales dijo que los hospitales están conservando suministros, utilizando equipos escasos solo cuando es necesario y agrupando pacientes con condiciones similares para preservar los suministros.
El grupo hospitalario también ha instado al gobierno federal a aumentar rápidamente los suministros, uniéndose a la Asociación Médica Estadounidense y la Asociación Estadounidense de Enfermeras para pedir a la Casa Blanca que use la Ley de Producción de Defensa (DPA) para reforzar los suministros.
“Sabemos que los suministros actuales de equipo de protección personal (EPP) son inadecuados, lo que deja a los trabajadores de la salud preocupados por protegerse”, dijo Robyn Begley, vicepresidenta senior y directora de enfermería de la American Hospital Association “Una mayor disponibilidad de pruebas rápidas y EPP son necesarios para nuestros trabajadores de la salud y pacientes”.
Una de las víctimas más recientes entre los trabajadores de la salud fue la enfermera Danielle DiCenso, de 33 años, quien trabajó en el Palmetto General Hospital de Hialeah, Florida. Ella falleció el 9 de abril, después de haber contraído el covid-19. Le sobreviven su esposo y un hijo de cuatro años.
“Es importante recordar que si empezamos a perder la barrera de la salud se pierde todo”, dijo a Univision Noticias el doctor Ilan Shapiro, director médico de educación para la salud y bienestar para una clínica de salud en AltaMed de Los Ángeles.
“¿Quiénes forman parte de esa barrera de salud? Nuestras enfermeras, doctores y personas que atienden a nuestros pacientes, desde la ventanilla de recepción hasta las salas de emergencias, y, si empezamos a tirar por la ventana a esas personas, a la gente que quiere participar para curar a los pacientes, es como herir a tus propios soldados en una guerra”, dijo.























