Texas apela ante la Corte Suprema el bloqueo judicial al mapa electoral rediseñado para beneficiar a los republicanos en 2026

Una coalición de grupos de derechos civiles que representan a votantes negros e hispanos argumentó que el nuevo mapa redibujado por los republicanos reducía la influencia de los votantes que pertenecen a minorías, convirtiéndolo en una manipulación electoral racial que viola la Ley Federal de Derecho al Voto y la Constitución de Estados Unidos.

Video Jueces federales bloquean rediseño de mapa electoral en Texas: así reaccionan políticos locales

El gobierno de Texas anunció este martes que apelará ante la Corte Suprema una decisión de un tribunal federal que bloqueó un mapa electoral rediseñado para la Cámara de Representantes del estado con el fin de favorecer a los republicanos en las elecciones de 2026.

El rediseño constituye una pieza clave en los esfuerzos del presidente Donald Trump por preservar la mayoría republicana en el Congreso de cara a las elecciones de noviembre de 2026.

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"Cualquier afirmación de que estos mapas son discriminatorios es absurda y no está respaldada por el testimonio ofrecido durante diez días de audiencias", dijo el gobernador republicano Greg Abbott en un comunicado.

"Este fallo es claramente erróneo y socava la autoridad que la Constitución de Estados Unidos otorga a la Legislatura de Texas al imponer un mapa diferente por decreto judicial", opinó.

Este verano, Texas fue el primer estado en acceder a las demandas de Trump en lo que se ha convertido en una batalla nacional cada vez mayor sobre la redistribución de distritos electorales.

Los republicanos diseñaron el nuevo mapa electoral del estado para otorgarle cinco escaños adicionales, y Missouri y Carolina del Norte hicieron lo propio con nuevos mapas que añadieron un escaño republicano cada uno.

Para contrarrestar estas medidas, los votantes de California aprobaron una iniciativa electoral que otorga cinco escaños adicionales a los demócratas en ese estado.

“Se trata de política”, sostiene fallo judicial


“La percepción pública de este caso es que se trata de política. Sin duda, la política influyó en la elaboración del mapa electoral de 2025. Pero fue mucho más que eso. Existen pruebas sustanciales de que Texas manipuló racialmente los distritos electorales para la creación del mapa de 2025”, afirma el fallo.

La decisión, tomada por 2 votos a 1, se produjo tras un juicio de casi dos semanas en El Paso, Texas. Se espera que Texas apele directamente ante la Corte Suprema, en virtud de una ley federal que regula las demandas por redistribución de distritos electorales.

Una coalición de grupos de derechos civiles que representan a votantes negros e hispanos argumentó que el mapa reducía la influencia de los votantes minoritarios, convirtiéndolo en una manipulación electoral racial que viola la Ley Federal de Derecho al Voto y la Constitución de los Estados Unidos.

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Solicitaron una orden judicial que impidiera a Texas utilizar el mapa mientras su caso seguía su curso, lo que obligaría al estado a utilizar el mapa trazado por la Legislatura controlada por el Partido Republicano en 2021 para las elecciones del próximo año.

El panel de jueces accedió a la petición de los críticos, lo que indica que consideran que tienen una probabilidad considerable de ganar el juicio. La mayoría estuvo compuesta por jueces designados por Trump y el presidente demócrata Barack Obama. Un juez designado por el presidente republicano Ronald Reagan emitió un voto particular disidente.

“Sin una orden judicial, las minorías raciales representadas por los grupos demandantes se verán obligadas a estar representadas en el Congreso sobre la base de clasificaciones raciales probablemente inconstitucionales durante al menos dos años”, señala el fallo.

Durante los debates legislativos de este verano, los republicanos de Texas afirmaron repetidamente que estaban rediseñando los distritos únicamente para favorecer la obtención de más escaños.

En 2019, la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó a los estados a recurrir a la manipulación partidista de los distritos electorales al dictaminar que se trata de una cuestión política que escapa a la jurisdicción de los tribunales federales.

Pero los dos jueces de apelación concluyeron que una de las principales razones por las que el gobernador rAbbott y los legisladores republicanos tomaron esa medida fue una carta del jefe de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos en julio, en la que se ordenaba a Texas que rediseñara cuatro distritos que, según se decía, violaban la Ley de Derecho al Voto.

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Harmeet Dhillon, la fiscal general adjunta de Estados Unidos a cargo de la división, citó un fallo del año pasado del tribunal federal de apelaciones conservador para Texas, Luisiana y Misisipi.

El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de EEUU declaró que la histórica Ley de Derecho al Voto de 1965 no permite que distintos grupos minoritarios “agrupen a sus poblaciones” para argumentar que un mapa electoral diluye ilegalmente la capacidad de los votantes minoritarios para elegir al candidato de su preferencia. El tribunal afirmó que la situación de cada grupo debe analizarse por separado.

Dhillon argumentó que los llamados distritos de “coalición”, donde ningún grupo tiene la mayoría pero los votantes de minorías superan en número a los votantes blancos no hispanos, deben ser desmantelados como “vestigios de un pasado de manipulación electoral inconstitucional basada en la raza”.

“La Legislatura adoptó esos objetivos raciales”, declaró la mayoría. “Los patrocinadores del proyecto de ley de redistribución de distritos hicieron numerosas declaraciones que sugerían que habían manipulado intencionalmente los límites de los distritos para crear más distritos con mayoría hispana y mayoría negra”.

La oficina del fiscal general de Texas, Ken Paxton, no respondió de inmediato a un correo electrónico en el que se solicitaban comentarios sobre el fallo.

Cómo el rediseño de distritos beneficia a Trump

Los republicanos ocupan 25 de los 38 escaños del Congreso de Texas, mientras que los demócratas ocupan dos de sus 13 escaños en distritos que Trump ganó en 2024. Si el nuevo mapa hubiera estado vigente el año pasado, Trump habría ganado 30 distritos congresionales por 10 puntos porcentuales o más, lo que probablemente habría hecho que el Partido Republicano también hubiera ganado esa cantidad de escaños.

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Los demócratas de todo Estados Unidos han descrito la redistribución de distritos en Texas y otros estados como una maniobra de Trump para acaparar poder e impedir que el Congreso lo controle, sin importar el descontento de los votantes.

Los republicanos están decididos a evitar que se repita lo sucedido en las elecciones de mitad de mandato de 2018, cuando perdieron la mayoría y la Cámara de Representantes -controlada por los demócratas- sometió a Trump a dos juicios políticos.

El nuevo mapa redujo de 16 a 14 el número de distritos congresionales donde las minorías constituyen la mayoría de los ciudadanos en edad de votar.

Al hacerlo, eliminaron cinco de los nueve distritos de la coalición. Cinco de los seis legisladores demócratas que ocuparon distritos con otros titulares son negros o hispanos.

Sin embargo, los republicanos argumentaron que el mapa electoral beneficia a los votantes de minorías. Si bien se eliminan cinco distritos de coalición, se crea un nuevo distrito, el octavo, con mayoría hispana, y dos nuevos distritos con mayoría negra.

Los críticos consideran que cada uno de esos nuevos distritos es una farsa, argumentando que la mayoría es tan escasa que los votantes blancos, que tienden a participar en mayor número, controlarán los resultados electorales.

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