“Estoy de regreso” ese fue el mensaje que entregó esta semana Hillary Clinton, tras realizar diversas entrevistas y volver al lugar en que ha estado en la mayor parte de su vida: el foco público. Pero después del mayor fracaso político en su vida, su rol aún está por definirse.
Hillary Clinton intenta reinventarse en busca de su futuro político
Después de casi llegar a la cima del poder en Washington y caer estrepitosamente, Clinton intenta redefinir su imagen y rol de influencia tras una de las más agresivas campañas presidenciales que marcó su segundo intento fallido para alcanzar la Casa Blanca.


"Estoy de vuelta como una ciudadana activa y parte de la resistencia", dijo en su más reciente entrevista con CNN. Una frase que marcó su retorno, junto con las razones a las que atribuye su fracaso en noviembre y la manera en que ve el desempeño de la actual Casa Blanca.
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Han sido cinco meses de silencio donde la primera candidata presidencial de uno de los principales partidos del país tuvo tiempo para recomponerse y pensar cuál sería su siguiente paso profesional en una carrera que deja poco espacio considerando lo lejos que ha llegado: primera dama, senadora y secretaria de Estado.
Su reaparición no estuvo marcada sólo por las palabras. Según Axios, Clinton planea lanzar un Comité de Acción Política para actuar como un “catalizador” de las organizaciones y causas en las que cree fuertemente, además de ayudar a candidatos demócratas en 2018.
También, como su marido, Clinton comenzará a dar presentaciones y discursos pagados.
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Su base de acción
Así como en el caso de varios de sus predecesores, perder la elección no es sinónimo de terminar con la influencia y poder a nivel público.
Al Gore se transformó en el referente del cambio climático luego de perder en 2000. John Kerry siguió en el Senado y luego de transformó en el secretario de Estado de Barack Obama.
John McCain volvió a un campo conocido, el Senado y ahí reforzó su influencia dentro de las filas republicanas. Mitt Romney por su parte, volvió al mundo empresarial, donde siempre ha tenido éxito.
¿Qué pasa con Clinton entonces? ¿Dónde está su base de acción y hacia dónde la puede llevar?
“El trabajo que hizo como primera dama, como senadora y secretaria de Estado cambió completamente la narrativa internacional respecto a las mujeres. Cuando dijo que los derechos humanos son derechos de la mujer, esa afirmación realmente cambió la forma en que pensamos sobre las niñas y sus oportunidades educacionales, ocupacionales, su seguridad económica y personal”, aseguró a Univision Noticias Jennifer Lawless, profesora del departamento de gobierno de la Universidad Americana en Washington DC.
“Debido a que es la mujer que ha llegado más lejos en la política estadounidense, es la voz obvia para destacar la importancia del liderazgo político femenino”, agregó.
Patrick Maney profesor de historia en Boston College, autor del libro 'Bill Clinton: New Gilded Age President', explicó a Univision Noticias que particularmente el rol que jugó como primera dama, cambió la dinámica e influencia de ese cargo y eso la posicionó a los ojos de actores políticos en Washington y de la opinión pública.
Pero según Maney, el fracaso de Clinton en las elecciones dejó claro los obstáculos para el liderazgo femenino; un área en la que ella podría tener un amplio campo de acción.
“Clinton demostró en carne propia -a pesar de ser la candidata con el mejor currículum en la historia del país- lo difícil que es todavía para las mujeres tener un lugar en la política estadounidense. Aún existen obstáculos enormes para las mujeres que no tienen los hombres”, dijo.
La ex secretaria de Estado no está lejos de esta narrativa. En una de sus presentaciones recientes aseguró que con su derrota “muchas mujeres se habían dado cuenta que el país no había llegado tan lejos como esperaban y que el sexismo, racismo, misoginia, homofobia y xenofobia no sólo siguen con nosotros, sino que están enraizados”.
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Imagen desgastada
Clinton vivió una de las campañas más duras y extenuantes de las últimas décadas, bajo un ambiente político partidista, agresivo y profundamente dañado.
El escándalo de sus correos electrónicos la persiguió siempre y hasta el último momento una de las mayores crisis en la elección fue la falta de confianza de la opinión pública.
Eso marcó su imagen y quedó en ella, más allá de la derrota. Pero a pesar del desgaste, analistas creen que Clinton será capaz de sobreponerse.
“Su manejo de la situación luego de la elección ha sido difícil. Nadie esperaba que perdiera, ni siquiera ella. Su derrota ha sido la más fuerte y sorpresiva en la política actual. Pero nada dura para siempre. Pienso que fue sabia al alejarse de la esfera pública. Hasta ahora lo ha hecho bien”, dijo Maney.
“Siempre que se pierde una elección la imagen del candidato sufre cierta erosión, pero eso no significa el fin de una carrera política o de una posición influyente en el mundo político. Un ejemplo es Al Gore”, señaló Lawless.
Futuro en política
Es una pregunta ineludible: ¿Hillary Clinton volverá a postularse a un cargo público? La especulación sobre la respuesta ha sido amplia, pero sólo ella tiene la palabra final.
Sin embargo, cuando se habla de la presidencia, la opinión general de los analistas es que sería extremadamente difícil reunir el capital político necesario para impulsar una tercera candidatura.
“Creo que es poco probable que se postule a un puesto representativo nuevamente, pero pienso que seguirá jugando un rol activo”, aseguró Lawless.
“Nunca voy a considerar que cualquiera de los dos Clinton está fuera de la política. Bill Clinton ha estado abajo tantas veces en su carrera, cuando fue gobernador de Arkansas fue derrotado en 1980, ese pareció ser el fin de su carrera. Dio un discurso desastroso en la convención demócrata en 1988 y se recuperó de eso. Su candidatura a la presidencia estuvo marcada por un escándalo tras otro y sobrevivió”, explicó Maney.
“En este minuto no parece haber un futuro para Hillary Clinton en política representativa, pero si miras su pasado es muy pronto para descartarla. Creo que ella todavía puede tener una carrera y ser una voz, pero quizás no como candidata y eso es algo bueno porque dará lugar a sangre nueva en el Partido Demócrata”, concluyó.





























