Un presunto caso de violación en Maryland, en el que un joven indocumentado está acusado del crimen, se convirtió este martes en un debate nacional sobre la inmigración ilegal. La Casa Blanca usó el hecho para justificar la política migratoria del presidente Trump.
Casa Blanca utiliza a un indocumentado acusado de violación para justificar política migratoria de Trump
Dos jóvenes inmigrantes latinos, al menos uno de ellos indocumentado, fueron acusados de violación contra una menor en Maryland. El portavoz de la Casa Blanca lo usa como ejemplo para justificar la mano dura del presidente Trump contra la inmigración ilegal.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, calificó el crimen de "traumático, perturbador y horroroso". "Creo que parte de la razón de que el presidente ha dado tanta importancia a la inmigración ilegal y a su combate es por tragedias como esta", dijo a la prensa, en respuesta a la pregunta de un reportero local.

Spicer se refiría a una presunta violación de una menor de 14 años el pasado jueves en un baño de la escuela secundaria Rockville, en Maryland. El día después, Henry Sánchez, de 18 años, y José Montano, de 17, fueron acusados del hecho criminal.
El caso tomó dimensión nacional, especialmente en medios como Fox News, cuando funcionarios reportaron que al menos uno de los dos estudiantes acusados de haber violado a la menor ingresó a Estados Unidos de manera ilegal.
Según las autoridades migratorias, se trata de Henry Sánchez, un guatemalteco. Un vocero del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Matthew Bourke, dijo en un comunicado que un agente de la Patrulla Fronteriza encontró a Sánchez en Texas en agosto. Se ordenó al joven que compareciera ante un juez de inmigración, pero esa comparecencia no ha sido agendada. ICE tiene solicitada una orden de detención contra Sánchez.
Según registros del tribunal, el otro joven, Montano nació en El Salvador, donde vivió por 16 años. Funcionarios del ICE no hablaron sobre el estatus de inmigración de Montano porque es menor de edad.
Dos bandos en Maryland
Jack Smith, superintendente de escuelas públicas del condado Montgomery, se manifestó contra la importancia que se ha dado al estatus migratorio de los estudiantes acusados.
"Algunos tratan de convertir esto en un asunto de inmigración", dijo Smith el martes en una conferencia de prensa. "Nos gustaría cambiar la conversación".
Además de manifestar horror por el crimen y de asegurar reiteradamente a los padres que sus hijos están seguros en la escuela, Smith dijo: "Nosotros atendemos a cada estudiante que ingresa. No solo es lo correcto, es la ley".
El gobernador de Maryland, Larry Hogan, un republicano, dijo en la radiodifusora WBAL que el crimen representa "el peor escenario posible".
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