100 días de Biden, un presidente "normal" tras la turbulencia que fue Trump
Joe Biden protagonizó una toma de posesión inusual, sin asistencia del público por la pandemia. Así mismo, su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso, programado para este miércoles, se realizará con una cuarta parte de los que normalmente asistirían a ese evento. 100 días despúes de haber llegado Biden al poder, los tiempos siguen sin ser "normales".
Pero inmediatamente después de llegar a la Casa Blanca, Biden se ha esforzado en marcar una clara diferencia con la turbulencia que caracterizó a su predecesor Donald Trump.
A medida que enfrenta crisis simultáneas en el frente sanitario y en el económico, Biden ha buscado transmitir una sensación de normalidad en la gerencia de las labores de estado durante sus primeros 100 días de gobierno.
Biden, un político con medio siglo de experiencia, cuyas tragedias personales le facilitaron conectar con un país afligido por la pandemia, ha ejercido el poder sin tener que afrontar escándalos, publicando en Twitter una cantidad moderada de mensajes que no ofenden a rivales y sin insultar a los periodistas, acusándolos de ser "enemigos del pueblo". Abierto contraste con su predecesor.
Su llegada al poder representó un brusco cambio respecto a las últimas semanas de Trump, cuyas denuncias de un presunto fraude electoral sin evidencias crisparon la escena política al extremo que miles de personas asaltaron violentamente el Capitolio el 6 de enero durante unos desórdenes nunca antes vistos en EEUU que causaron cinco muertes.
Biden y su equipo han logrado mantenerse disciplinados respecto al mensaje y evitado grandes tropiezos por comentarios mal elaborados o estructurados, incluyendo su primer mensaje a la nación el 11 de marzo y su primera conferencia de prensa días después.
La única excepción tal vez sea cuando describió como propia de la prehistoria la decisión de gobernadores republicanos de terminar la obligatoriedad de usar mascarillas.
En política migratoria, su afán por desmontar lo establecido por Trump ha generado una crisis en la frontera con México, por la llegada masiva de aspirantes a asilo y de menores no acompañados, que rápidamente ha sido explotada políticamente por la oposición republicana.
"Amenaza" a la democracia
Biden dijo durante su campaña electoral que Trump representaba una amenaza a la democracia.
"Cuatro años de Donald Trump serían una aberración en la historia estadounidense. Ocho años cambiarían de forma fundamental quiénes somos como nación", dijo Biden en junio de 2019 advirtiendo las consecuencias de una posible reelección de Trump.
Así que en su primer día como presidente, Biden firmó un total de 15 decretos para revertir políticas de Trump en el ámbito nacional e internacional.
Los 15 decretos incluyeron reinsertar a Estados Unidos en la Organización Mundial de la Salud y el acuerdo de París sobre cambio climático, revirtiendo decisiones del gobierno recién finalizado.
En el ámbito nacional, anuló desregulación en materia ambiental y energética. También envió al Congreso una propuesta de reforma migratoria, revocó la prohibición de ingreso de Estados Unidos a ciudadanos oriundos de países musulmanes y puso fin a la construcción del muro a lo largo de la frontera con México.
Biden priorizó la respuesta sanitaria y económica a una pandemia que en un momento dejó a 10 millones de personas desempleadas y ha causado la muerte a más de 552,000 estadounidenses.
Y a esa respuesta le dedicó su primera gran iniciativa legilativa, u n paquete de estímulo por $1,9 billones (trillion en inglés) que no recibió un solo voto republicano en el Congreso pese a que Biden recibió a un grupo de legisladores de ese partido buscando apoyo bipartidista y a que el año pasado dos paquetes similares para enfrentar la crisis fueron aprobados con abrumadoras mayorías bipartidistas..
Otra característica importante del gobierno de Biden ha sido su gabinete, calificado como el más diverso de la historia estadounidense al estar integrado por 10 mujeres, seis afroestadounidenses, cuatro hispanos y la primera persona indígena.
Hasta el momento Biden ha gozado de apoyo popular. Un promedio de encuestas recientes actualizado por la página web FiveThirtyEight le otorga un nivel de aprobación del 54% y una desaprobación del 40%.
Es un notable cambio respecto a Trump, que en sus primeros 100 días tuvo la misma proporción pero inversa: 54% desaprobación y 40% aprobación. Pero lejos del 61% o 57% de respaldo del que gozaron en el inicio de sus gobiernos Barack Obama y Bill Clinton, respectivamente.